Rudolf Steiner
Cada tanto aparecen en la humanidad personalidades que por su nivel superior de desarrollo logran implantar en la cultura nuevos impulsos que hacen dar un paso hacia adelante a esta humanidad. Sin estos personajes sería impensable todo progreso ya que a través de su accionar se incorporan fuerzas del futuro que pueden llegar a transformar la realidad del presente. Son el "inicio" de algo nuevo, de ahí también el término "iniciado", es decir son portadores de un nuevo comienzo. Alguien así fue Rudolf Steiner, nacido en Austria el 27 de febrero de 1861.
En realidad nació en lo que en aquel entonces constituía el sudeste del Imperio Austro-Húngaro como hijo de un empleado del ferrocarril, en el entorno de una naturaleza aún intacta. Familia de vida simple, hasta pobre, de costumbres austeras y un entorno natural lleno de vida facilitaron a Steiner, en el silencio y paz de ese entorno, el despertar y madurar de facultades de observación que no sólo abarcaban la realidad física de los fenómenos con que se encontraba, sino también su realidad anímica y espiritual metafísica.
La vida y la obra de Rudolf Steiner son atípicas, llenas de realizaciones y de sugerencias para el futuro. Sus propuestas en el campo de la ciencia, la pedagogía, la medicina y la agricultura forman ya parte de la herencia espiritual de nuestra época, constituyendo a la vez un impulso y una inspiración para nuestra vida cultural.
Fue el fundador de la antroposofía, educación Waldorf, agricultura biodinámica, medicina antroposófica, y la nueva forma artística de la euritmia.
Steiner propuso una forma de individualismo ético, al que luego añadió un componente más explícitamente espiritual. Derivó su epistemología de la visión del mundo de Johann Wolfgang Goethe, según la cual «El pensamiento es un órgano de percepción al igual que el ojo o el oído. Del mismo modo que el ojo percibe colores y el oído sonidos, así el pensamiento percibe ideas».
El 27 de febrero de 1861 nace en Kraljevic, actualmente Croacia, entonces imperio austrohúngaro. Rudolf es el primer hijo del matrimonio Franziska y Johann Steiner procedentes de la Baja Austria. La profesión del padre, primero telegrafista y luego jefe de estación en los ferrocarriles del Sur de Austria, hizo que la familia tuviera que trasladar constantemente su domicilio: a Mödling en 1862, Pottschach en 1863 y Neudörfl en 1869. En 1879 pasa el bachillerato con matrícula de honor.
Poco antes del cambio de siglo ocurre una profunda y decisiva transformación en la vida de Steiner. Él mismo la define así: "El conocimiento de aquello que puede ser experimentado en el mundo espiritual era para mí algo evidente, mientras que la comprensión perceptiva del mundo sensible era lo que me suponía una mayor dificultad".
En tanto que supera esa dificultad a través de un trabajo meditativo y una evolución personal, desarrolla un cambio de paradigma muy significativo desde el punto de vista histórico-espiritual. Su objetivo no es la construcción de nuevos sistemas de pensamiento, ni la elaboración de avanzadas teorías, ni la discusión permanente de modelos. Su enfoque aporta una ampliación de la experiencia, es decir, la percepción y la observación consecuente y reflexiva desde un aspecto teórico-científico. Los fenómenos espirituales y anímicos que de este modo se abren ante la conciencia, son observados y descritos de forma exacta, y ello conlleva consecuencias para la vida moral y práctica. Nace la Antroposofía como "ciencia espiritual". El arte y el conocimiento individual de la realidad comienzan a recibir nuevas orientaciones.
Steiner publica una sinopsis de sus estudios sobre Goethe en su libro La concepción goetheana del mundo (GA 6).
Ejerce como editor y redactor de la Revista de literatura y de las Hojas dramatúrgicas, órgano oficial de la asociación teatral alemana. En ellas y en otras revistas aparecen numerosos ensayos sobre cuestiones literarias y filosóficas, a la vez que críticas teatrales y comentarios bibliográficos.
En sus primeras obras, Steiner ya habló de los mundos natural y espiritual como una unidad. Desde 1900, empezó a impartir conferencias sobre detalles concretos del (los) mundo(s) espiritual(es), culminando en la publicación en 1904 de la primera de varias presentaciones sistemáticas (su Teosofía: una introducción a los procesos espirituales en la vida humana y en el cosmos), seguida de Cómo alcanzar el conocimiento de los mundos superiores (1904/5), Crónicas del akasha (una colección de artículos escritos entre 1904 y 1908) y La ciencia oculta: un bosquejo (1909). Temas importantes incluyen:
- El ser humano como cuerpo, alma y espíritu;
- El camino de desarrollo espiritual;
- Influencias espirituales sobre la evolución mundial y la historia, y
- Reencarnación y karma, que pueden considerarse su propio tema central.
Steiner enfatizó que hay un mundo objetivo natural y espiritual, que puede ser conocido, y que las percepciones del mundo espiritual y de seres incorpóreos son reproducibles por múltiples observadores, bajo condiciones de entrenamiento comparables a las requeridas para las ciencias naturales, pero incluyendo extraordinaria auto-disciplina. Sobre esta base es posible la ciencia espiritual, con fundamentos epistemológicos bastante distintos a los de las ciencias naturales.
Para Steiner, el cosmos está permeado y transformado continuamente por la actividad creativa de procesos no físicos y seres espirituales. Para que el ser humano se vuelva consciente de la realidad objetiva de estos procesos y seres, es necesario tratar de representar su actividad creativa una y otra vez, internamente, de manera creativa. Así, el conocimiento objetivo siempre implica actividad creative interna. Steiner articuló tres etapas de cualquier acto creativo:
- Intuición moral: la capacidad de descubrir principios éticos apropiados a las circunstancias particulares: ética de la situación
- Imaginación moral: la transformación imaginativa de un principio ético en una intención concreta para la evolución futura de la situación particular
- Técnica moral: la realización de la transformación buscada, dependiente de un dominio de habilidades prácticas.
A partir de este periodo, Steiner llamó a su obra «antroposofía». Enfatizó que el sendero espiritual que él representaba se construye sobre la libertad individual y el juicio independientes y los soporta; por ello, para que los resultados de la investigación espiritual sean adecuadamente presentados en un contexto moderno, deben estar en una manera accesible a la comprensión lógica, para que quienes no tengan acceso a las experiencias espirituales subyacentes a la investigación antroposófica, puedan hacer evaluaciones independientes de sus resultados. Steiner consideró que el propósito de la evolución humana era el desarrollo de las cualidades interdependientes de amor y libertad.
Rudolf comprendió que las ciencias naturales explicaban científicamente los fenómenos que se perciben con los sentidos, pero que no había una explicación científica de los fenómenos suprasensibles que para él eran tan "visibles" como los primeros.
Comprendió que toda realidad presenta un lado espiritual que causa y explica el aspecto físico o, si bien en general sólo se ve un aspecto, que este aspecto es solo comprensible si se accede a lo "no visible". Pero: ¿Cómo unir ambos? y ¿Cómo formar una disciplina o metodología científica de lo "no visible" que fuera compatible con las ciencias naturales?
En la geometría encontró una primera respuesta, ya que a través de la misma se hacen visibles en formas geométricas realidades que sólo viven en el plano del pensar o espiritual.
Profundizando un conocimiento de la ciencia natural, se graduó primero en el secundario técnico y luego en la Escuela Técnica Superior de Viena, adquiriendo finalmente el doctorado de filosofía en Rostock, cerca de Berlín. Con sus libros sobre la teoría del conocimiento y la filosofía fundamentó su propia teoría del conocimiento de toda realidad, especialmente de la realidad suprasensible o metafísica, y principalmente su postulado fundamental en éste ámbito: la inexistencia de límites del conocimiento. Con esto superaba las barreras psicológicas y filosóficas de Kant y sus seguidores.
Una vez fundamentado científicamente el conocimiento espiritual se presenta ante el mundo como el maestro espiritual de nuestra época.
Partiendo de la realidad espiritual, anímica y física del hombre que es una "imagen" de la realidad espiritual, anímica y física del universo desarrolla una ciencia espiritual o Antroposofía que a partir de múltiples ángulos explica tanto al hombre como al universo desde cada uno de sus componentes, su génesis, su presente y su futuro.
La "herramienta" o el "equipo" para la investigación espiritual es el hombre mismo, y Rudolf Steiner señala los caminos de la autoeducación y del desarrollo que cada ser humano puede recorrer en libertad y con plena responsabilidad personal, sin depender de persona alguna.
De la obra de Rudolf Steiner parten los impulsos renovadores para todos los ámbitos de la cultura: la filosofía, la medicina, las ciencias sociales, la agricultura, la pedagogía, las artes. Dentro de estas últimas creó el arte de la formación del habla y el arte del movimiento: euritmia.
En la Reunión de Navidad del año 1923 celebrada en Dornach, Suiza, Rudolf Steiner preside la constitución de la Sociedad Antroposófica General con su centro en dicha localidad, donde hoy se ubica el "Segundo Goetheanum". En esa oportunidad se crea la Escuela Superior Libre para la Ciencia Espiritual, que constituye dentro de la Sociedad Antroposófica General su núcleo propiamente espiritual o esotérico.
Rudolf Steiner murió en Dornach, el 30 de marzo de 1925.
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