SAN FRAY JUNIPERO SERRA
(Rdo. Miquel Josep Serra i Ferrer)
Santo Mallorquín y Español
Apóstol de SIERRA GORDA y de la baja y alta California, en la Nueva España. Padre Fundador de California y uno de los Padres de los Estados Unidos de América.
Estatua en la Misión de Santa Bárbara
Del Paraíso de la Isla de Mallorca a los Pu..... desiertos de California llenos de serpientes de cascabel y alacranes, llevando la palabra de amor de Jesús. Por lo visto, los mismos alacranes que le picaron y con el tiempo lo mataron, siguen destilando veneno por esas tierras de Dios negando la labor de CIVILIZACION que llevaron los Franciscanos del Imperio Español.
“Dijo que iba a morir en California predicando el Evangelio y protegiendo a los nativos y lo cumplió. Completó su misión y murió como un héroe”.
VISITA DE LOS REYES DE LAS ESPAÑAS AL PUEBLO NATAL DE SAN JUNIPERO SERRA EN EL 2020
Petra (Mallorca)
Nació en Petra (Mallorca) y murió en San Carlos de Monterrey (California). Misionero. Su nombre de pila era Miguel. Ingresó a los diecinueve años en la Orden franciscana y enseñó en su convento y en la Universidad de Palma de Mallorca. En 1749 fue enviado a Méjico y permaneció hasta 1758 en las misiones de Sierra Gorda (Querétaro), donde practicó los procedimientos de conversión y civilización que aplicó más tarde en California. De 1758 a 1767 permaneció en el colegio de San Fernando de la capital, dedicado a la predicación y a misiones entre fieles, allí y en varios lugares de Nueva España, obteniendo merecido renombre. Al ser expulsados los jesuitas se hizo cargo de las misiones de la baja California (1768), pero enseguida el visitador don José de Gálvez le encomendó el campo nuevo de la alta California, que había decidido colonizar el Gobierno español ante los avances rusos desde Alaska. Aunque irían tropas y colonos, se quería realizar una conquista política a base de la conversión de los indios, y el papel fundamental incumbía a los misioneros. Aceptó Serra, y con un grupo de franciscanos y el teniente Portolá salió de Loreto por tierra, fundando la primera misión en San Diego el 16 de julio de 1769. Serra contuvo el desaliento y evitó el abandono.
En 1770, con Portolá, fue a Monterrey, donde fundó la misión de San Carlos. Tras fundar dos más, regresó a Méjico en 1772, para exponer la situación al virrey Bucareli, a quien sometió una Representación, base de la definitiva organización de California. Hasta su muerte permaneció ya en este país, entregado íntegramente a la labor misional, recorriéndolo casi constantemente, y muchas veces a pie, en su calidad de presidente de las misiones. Nueve se fundaron por él o bajo su dirección, entre ellas la de San Francisco (1776) y San Gabriel (Los Angeles), donde se congregaron indios de seis grupos étnicos distintos y se bautizó a 5.800 en vida de Serra. Su sistema consistía en apartar al indio del ambiente pagano, agrupándole en los pueblos anejos a la misión, en la que, además de la enseñanza religiosa y de envolverle en un ambiente totalmente cristiano, se le enseñaba la agricultura, la cría de ganado y los oficios más corrientes, tanto a hombres como a mujeres, pues su nivel cultural era sumamente bajo. Introdujo Serra los primeros ganados y los primeros cultivos de tipo superior en California, y hubo de dedicar una buena parte de su actividad a buscar una sólida base económica a las misiones y a sus indios. En cada una había, por lo general, dos frailes, consagrado uno a la labor apostólica y el otro a la agricultura y a la difusión de los oficios manuales. El régimen era patriarcal, nombrándose, incluso, autoridades indias; pero el influjo de los padres era omnímodo; la política seguida con ellos era simultáneamente realista e idealista, y produjo excelentes resultados mientras se mantuvo el régimen de las misiones con las normas adoptadas.
Procuraron Serra y los suyos difundir enérgicamente el uso de la lengua española y la mezcla de razas, fomentando matrimonios con los colonos blancos o con indios ya cristianos. Desde la época de Sierra Gorda fue fiel compañero de Serra el padre Francisco Palou, paisano suyo y autor de su biografía (Relación histórica de la vida y apostólicas tareas del venerable padre fray Junípero Serra, México, 1787; Madrid, 1944). Demostró constantemente paciencia, caridad y esfuerzo en grado inagotable, y su riqueza mística le hizo posible su abrumadora tarea. La figura de Serra es hoy muy popular en Norteamérica, en especial en California, donde se le considera su fundador, colonizador y civilizador. Varias grandes ciudades (San Francisco, Los Angeles, Monterrey, San Diego) surgieron de las misiones fundadas por él o por su impulso. Existe sobre él abundante bibliografía (Bolton, Piette, Geiger), y los católicos de los Estados Unidos tratan actualmente de introducir el proceso de su beatificación. [Fue beatificado por Juan Pablo II el 25 de septiembre de 1988].
Ramón Ezquerra, Fray Junípero Serra, AA.VV.,
Diccionario de Historia de España.
Madrid, Revista de Occidente, 1952. T. II, pp. 1167-1168.
Diccionario de Historia de España.
Madrid, Revista de Occidente, 1952. T. II, pp. 1167-1168.
No hay comentarios:
Publicar un comentario