BEATO RAMON LLULL
(DOCTOR ILUMINADO)
Al nacer en Mallorca desde muy joven mis maestros me enseñaron a querer y admirar al Docto Ramón Llull. No cabe duda que siempre he tenido algún libro del Franciscano y Científico Ramón Llull entre manos. He leído y sentido el gran esfuerzo del Franciscano de aquellos tiempos, para modelizar el Universo Conocido en búsqueda de una Ciencia que tanto y tanto le costó plasmar en libros.
¿Que sentiria Ramón al ver que dominamos casi todas las fuerzas conocidas del UNIVERSO Y QUE NUESTROS MODELOS se aproximan mucho a lo que debe ser la realidad en el caso de que solo exista una?.
¿Que diria Arnau de Vilanova, su amigo, si pudiera entrar en un Quirofano de nuestros Hospitales o conocer los secuenciadores de ADN en modernos Ordenadores?
Natalia Jurado (AVD'08)
Ramón Llull (1233-1315), conocido en su tiempo por los apodos de Arabicus Christianus (árabe cristiano), Doctor Inspiratus (Doctor Inspirado) o Doctor Illuminatus (Doctor Iluminado), es un personaje importantísimo para la literatura catalana, ya que fue gracias a él y sus obras que se comenzó a definir para las composiciones en lengua catalana el concepto de novela tal y como lo conocemos hoy en día. Además, fue clave para el desarrollo de la lengua catalana, creando nuevas palabras mediante la derivación u otros procedimientos. Pero Llull en realidad no tuvo en ningún momento una voluntad literaria, sino que era filósofo, místico, teólogo y misionero, y en los tiempos medievales, para difundir las ideas cristianas entre la gente analfabeta, se requería un mensaje doctrinal, que estuviera adornado con todos los recursos retóricos literarios posibles. Así, sus habilidades literarias funcionaban como vehículo para mensajes de fuerte componente ideológico, con el objetivo de reconducir al lector hacia su terreno.
Su vida es curiosa en cuanto al giro o cambio radical que hubo en ella, tal y como se recoge en su relato autobiográfico Vida Coetánia, dictado a sus discípulos de la Cartuja de Vauvert (París) en 1311. Ramón Llull nació en Palma de Mallorca entre finales de 1232 y comienzos de 1233, hijo de una familia de nobles instalados en la isla un año después de ser conquistada por Jaime I. Su lugar de nacimiento fue determinante para él, ya que Mallorca era en el momento un punto de encuentro de las tres culturas (cristiana, islámica y judía), que tanto le preocuparían en su actividad de adulto.
Su juventud está muy relacionada con la corte y los placeres que eso comportaba. Casado con Blanca Picany en 1257, y padre de dos hijos, era senescal del futuro Jaime II de Mallorca, disfrutando de lujos, llevando una vida bohemia y alegre y teniendo relaciones con otras mujeres. Esta forma de vida liga su obra poética del momento con la poesía amorosa de tradición trovadoresca en provenzal.
A los treinta años, una serie de hechos, como la impresión que le causó un sermón sobre Francisco de Asís, o la supuesta visión de Cristo en la cruz que se repitió hasta cinco veces, produjeron en su vida este cambio radical que le llevó a dejar su familia, sus bienes, y en definitiva toda su vida para retirarse nueve años a un monasterio para estudiar ciencias, filosofía, latín, árabe... Ramón Llull se planteó así tres objetivos: convertir a los infieles al cristianismo, escribir libros para difundir este ideal y fundar escuelas para enseñar las lenguas de los infieles a los demás misioneros.
En 1274 escribió su Libro de Contemplación y Art Abreujada d'atrobar veritat, dos de sus obras más trascendentes y representativas. Con el dinero ganado creó el monasterio de Miramar en Palma de Mallorca, como colegio para enseñar a los misioneros a cristianizar a los árabes. En 1288 recibió el título de doctor (magister) en la Universidad de París, pero él entonces buscaba la creación de nuevos centros de formación de misioneros y el proyecto de una gran cruzada, que pese a que pidió numerosas veces, fue rechazado por reyes y papas. Es por esto que decidió ingresar en 1295 en los franciscanos, pensando que tal vez siendo monje podría llevar a cabos sus ideas, y así, entró a formar parte de la Orden Tercera Franciscana.
Ramón Llull no cesó en sus labores misioneras viajando por la costa sur del Mediterráneo, en el norte de áfrica, etc. Su papel era cada vez más importante en la Iglesia del momento, llegando incluso a ser convocado en Concilios como el organizado en 1308 por el papa Clemente V, donde se trató si correspondía realizar una nueva Cruzada o si los templarios debían ser ejecutados en la hoguera. La nueva cruzada fue rechazada pero la propuesta de Llull acerca de nuevos colegios para enseñar a los misioneros el hebreo, el árabe y lenguas orientales fue aceptada esta vez.
Durante toda su trayectoria, Llull no dejó de escribir. Concretamente, de su obra, actualmente se conservan 243 libros, que fueron escritos en catalán, latín y árabe. Además es necesario considerar que forman parte de distintos campos, de diferentes áreas de conocimiento, dominando siempre de manera especial el uso del exemplum, es decir, de textos propagandísticos en forma de relatos, y de la alegoría, que son un tipo de texto más o menos lírico sobre Dios. Así, Ramón Llull tiene obras filosóficas (El árbol de la Ciencia, El Arte Demostrativo...), didácticas y religiosas (Libro del Orden de Caballería, Libro de Santa María...), narrativas (Blanquerna, Arte de Contemplación, Libro de las Maravillas...) y místicas (El árbol de la filosofía del amor...). Dado que es necesario escoger algunas para explicar, las más destacables serían las siguientes:
Como obras narrativas es imprescindible destacar El Libro de las Maravillas, de 1288, pues es el primer libro que comienza a definir el concepto de novela en las composiciones en catalán. Explica la historia de Félix, un joven que decide recorrer el mundo para descubrir las maravillas que Dios ha creado, y se explica en forma de diálogo, donde Félix pregunta y sus maestros responden. Éste incluye el Libro de las Bestias, otra obra narrativa pero más breve y moral, que parodia la ambición y el deseo de poder humano a través de animales que protagonizan las historias y reproducen simbólicamente el comportamiento del hombre.
Pero la cualidad narrativa de Llull tiene su mayor exponente en Blanquerna, obra compuesta de cinco libros que narra la historia de "Evast" y "Blanquerna", de manera a la vez utópica y realista, ya que habla de una vida ideal pero mostrando las costumbres del momento. Ésta incluye a su vez el Libro del Amigo y el Amado (Llibre d'amic e amat), de prosa poética.
El conocimiento en general es un interés explícito de Llull, como vemos también en El Libro del Ascenso y Descenso del Entendimiento (1304), base para el método "escalar" del pensamiento de este autor, que defiende el hecho de que hay distintas escalas de conocimiento en las que se puede ascender o descender y que se organizan según modalidad lógica, situacional o cuantitativa.
Ars Magna Generalis Ultima, fue creada aproximadamente en 1306, y explica un método que Llull consideró infalible para convencer a los no creyentes de la fe cristiana, intentando desvincular los atributos divinos elementales para estudiarlos y considerar el conocimiento de Dios a partir de unos elementos mínimos. Para esto creó una estrambótica máquina que mediante palancas las diferentes ideas se movían deteniéndose ante la certeza o el error, según correspondiese. Estas ideas y los sujetos estaban representados en figuras perfectas, como cuadrados o triángulos.
Su última actividad como misionero se dio en Túnez (1314-1316), donde parece ser que fue martirizado por unos árabes en su vuelta a Mallorca, aunque se dice que murió en su ciudad natal, donde fue enterrado en el convento de San Francisco. Es necesario considerar que este tipo de literatura religiosa y moralizante siguió tras la muerte de este personaje, pues entre finales del siglo XIV y principios del XV, diversos autores escriben sobre estos temas alcanzando un gran éxito, si bien hay que decir también que su obra se diferencia de la de Llull dado que éste se dedicó a defender la cristianización de la sociedad feudal, y ahora los nuevos autores como Frances Eiximenis o Ramón de Perellós se dirigen a un público burgués y mercantil, con unas necesidades distintas.
El personaje de Ramón Llull ha llegado hasta nuestros tiempos: Durante el siglo XVI se desarrolló un gran interés por su obra dado el reformismo de Felipe II, que desarrolló un proceso de beatificación y posteriormente uno de canonización que fue interrumpido, pues su mensaje fue mal visto por las mismas autoridades eclesiásticas por el peligro que éste suponía. Y es que Ramón Llull no quería creer por creer sino que pretendía llegar a entender encontrando razones demostrativas de lo que se considera fe o creencia.
Actualmente un nuevo proceso de canonización iniciado en 1999 se encuentra ya avanzado, aunque de momento paralizado en el Vaticano, parece ser que en parte a causa de Nicolau Eimeric (1316-1399), inquisidor de la Corona de Aragón que intentó probar que Ramón Llull era un hereje. Pero dejando esto de lado, encontramos también numerosos homenajes como por ejemplo en Cataluña, donde hay tres instituciones educativas con su nombre.