martes, 24 de diciembre de 2019

La Aurora Boreal que paró la GUERRA CIVIL ESPAÑOLA









81 años de la Aurora Boreal que paró la guerra civil en España 1938

Muchos combatientes (yo recuerdo el apunte en dos diarios de campaña en distintos puntos de España), dejaron anotados el intenso meteoro de la Ionosfera.

Informan desde Navarra (26-1-1938): "Esta noche, entre ocho y media y nueve menos cuarto, apareció por la parte Norte del horizonte una intensa ráfaga de luz rojiza que semejaba el resplandor de un gran incendio". 'El fenómeno de la aurora boreal en Europa', crónica desde Berlín (27-1-1938): "El fenómeno atmosférico de la aurora boreal acaecido anoche en toda Europa, apareció también en Alemania. Se han dado casos tan curiosos como el de que en Venecia durase quince minutos y, en Turín, dos horas".




'El cielo se ha incendiado bruscamente y el fenómeno ha podido apreciarse en diversas regiones de Europa', crónica desde París (27-1-1938): "Un fenómeno atmosférico, parecido a una aurora boreal, se ha observado la noche del martes en diversas regiones de Europa y de Francia.Este fenómeno en Laval, ha durado tres horas. Nubes rojas, anaranjadas, cubrían grandes extensiones del cielo y daban la sensación de un gran incendio.
También se ha observado este fenómeno en toda la Normandía. El cielo apareció primero con grandes franjas de color rosa, que luego se transformaron en color violeta. El espectáculo en el mar era particularmente bello.
En los Alpes, se ha podido apreciar el fenómeno muy bien. El cielo semejaba un gran incendio Con llamas flotantes, de color sangre, muy vivo.
Según la opinión del profesor Pers, de la Facultad de Ciencias de Grenoble, se trata de una aurora boreal de gran extensión.
La claridad era tan viva, que en Briancon, los empleados de Correos han podido trabajar sin luz artificial. En algunos pueblos de la montaña alpina, los campesinos huyeron asustados.
También con ligeras variaciones en la extensión y en el color se vio este fenómeno celeste en Suiza, Bélgica y Holanda.
En Bélgica, los pescadores de la costa, temiendo una violenta tempestad, se han refugiado en los puertos".



Bajo el titular Visiones de apocalipsis, crónica desde París (28-1-1938): "Primero fue una nube opalina que se formó hacia Oriente, como si el alba fuese a nacer, aunque el crepúsculo apenas terminaba. Después una inmensa luz roja cubrió todo el horizonte hacia el Norte y el Noreste; y se podían distinguir dos fuegos distintos que lanzaban por instantes inmensos rayos de luz plateada. Los bordes de las bandas luminosas estaban franjeados de todos los matices del rojo, del amarillo y del anaranjado.Noche de apocalipsis
De los cuatro ángulos de Europa nos llegaron esta mañana las noticias relatando el pánico que se apodero de las poblaciones a la vista del fenómeno insólito.
En Londres, todos los puestos de bomberos fueron avisados. Se creía en un gigantesco incendio. No se había visto el cielo tan rojo desde el incendio del Palacio de Cristal.
En Viena, toda la población se lanzó a las calles. Ya se hablaba de la inmediata declaración de una guerra, de invenciones diabólicas, de un cataclismo sangriento. El Gobierno tuvo que tranquilizar a la población por emisiones de radio repetidas con frecuencia.
Los campesinos cristianos de Yugoslavia se tiraron de rodillas y trataron de aplacar con sus rezos al cielo en cólera. Creían que la hora del Apocalipsis había sonado.
Se creyó un poco en toda Francia en incendios de aldeas, de pueblos y hasta ciudades enteras. En Rouen corrió el rumor de que las reservas de petróleo del puerto se habían incendiado.
En Baviera, en Austria, en Suiza, las montañas se iluminaron y los glaciares llegaron a hacerse visibles, enrojecidos, en plena noche.
Los pescadores del mar del Norte, temiendo una violenta tempestad, permanecieron en sus puertos. Pero los pescadores ingleses de la Mancha cuentan que muy adentro, el mar estaba tan extrañamente tranquilo y que la iluminación del cielo hechiceramente punzante, que no osaron echar sus redes.
La aurora boreal fue muy visible, hasta en el Sur de Portugal y de Italia, donde sumió a las poblaciones en la angustia. Fue de una intensidad particular en Holanda, donde la princesa Juliana pidió insistentemente qué la transportasen al parque del castillo para poder contemplar a placer la maravilla.
Singulares fenómenos magnéticos acompañaron por todos los sitios la aparición de la aurora boreal.
Las comunicaciones telefónicas entre Inglaterra y América fueron interrumpidas repetidas veces. Hubo grandes perturbaciones en las líneas telefónicas entre Francia e Inglaterra. En numerosos barcos las brújulas enloquecieron durante varias horas.
Las auroras boreales son producidas por el encuentro con la atmósfera terrestre de partículas microscópicas provenientes de formidables erupciones en la superficie del sol. Su máxima intensidad corresponde a los periodos de gran actividad solar, y vuelven, como estos, cada once años y medio.
Muy frecuentes en las regiones polares, las auroras boreales se manifiestan raramente en el Sur de Europa. Son ya mencionadas en las obras de Aristóteles, de Cicerón y de Plinio, el naturalista. La última que fue observada en Francia se produjo el primero de julio de 1908.
En París, nos ha dicho esta mañana M. Esclangon, dírector del Observatorio de París, los fenómenos magnéticos que acompañan, como las auroras boreales, los periodos de gran actividad solar, fueron particularmente intensos la noche de la formación del último ministerio Chautemps. Se constata que esta noche se produjeron numerosas perturbaciones en las líneas telefónicas y telegráficas".




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