miércoles, 15 de diciembre de 2021

Sor María Jesús de Ágreda (LA DAMA AZUL) evangelizó (Mediante BILOCACION) en NUEVA ESPAÑA los nativos JUMANOS de TEJAS a 9.000 kilometros.

 



¡VENERABLE! 

MADRE ABADESA CONCEPCIONISTA Y CONSEJERA DEL REY FELIPE IV

Sor María de Jesús de Ágreda.

TIENE EL DON DE LA BILOCACION

El misterio de la Dama Azul

 Sor María de Jesús de Ágreda, EVANGELIZO el norte-este del Virreinato de Nueva España (Hoy Texas-California) para evangelizar a los indios JUMANOS entre otros.

¡SE ESTIMA QUE 80.000!  

¡SIN SALIR DE SU CELDA! 
POR
¡BILOCACIÓN!

Bilocación ​ es el término utilizado para describir un fenómeno paranormal, sobrenatural o divino, según el cual una persona u objeto estaría ubicado en dos lugares diferentes al mismo tiempo



«Yo no sé si fue en el cuerpo o fuera de él, pero puedo asegurar que el caso sucedió en hecho de verdad» (Sor María Jesús)

Discurre el primer tercio del siglo XVII. Varios franciscanos dirigidos por fray Esteban de Perea se adentran en las planicies de Texas, Nuevo México y Arizona. Ningún hombre blanco ha transitado aún por esas tierras, y ellos, de acuerdo con la política de España en las Indias, buscan tribus nativas donde sembrar el Evangelio.

Se topan con un grupo de indios jumanos, que, curiosos, se acercan a los frailes, y el padre Perea emprende la enseñanza de los rudimentos del cristianismo. Pero el jefe de la partida indígena le ataja: asegura que esas palabras ya las han escuchado antes, de labios de una mujer joven. Vestía una túnica azul y se presentó en su aldea comunicando EL MISMO MENSAJE.

La sorpresa de los frailes fue grande, acrecida porque el hecho se habría de repetir a medida que los franciscanos se internaban en aquellos páramos vírgenes: diversas tribus porfiaban en que una mujer ataviada con un manto azul les había visitado y predicado en sus propias lenguas la doctrina cristiana.

Más aún, poco tiempo después un grupo de nativos se presentó en la misión de Isleta, cerca de El Paso, con el ruego de ser bautizados en la fe católica, declarando que lo hacían a instancias de una dama aparecida ante ellos, y desaparecida del mismo modo misterioso. En esta ocasión, los misioneros pudieron incluso saber de los indios que la mujer se llamaba María de Jesús, y que procedía de un lugar llamado Ágreda en ESPAÑA.

El Custodio de la Orden franciscana en Nuevo México, fray Alonso de Benavides, tomó bajo sus manos el asunto, y se trasladó a la ciudad de México, para comunicar a su superior y al virrey tan extraño suceso, coincidiendo ambos en que debía viajar a España e indagar allí.

Así lo hizo el fraile. En Ágreda tenía residencia una orden de monjas concepcionistas, revestidas con hábito azul, de modo que se presentó en el convento preguntando por una tal Sor María Jesús. Al poco se personó ante él una mujer todavía joven y agraciada, que dijo llamarse así y ser abadesa de la comunidad. Fray Alonso de Benavides no anduvo con rodeos: le expuso llanamente que, según indicios contrastados, una tal María de Ágreda había estado predicando en las llanuras del norte del virreinato de Nueva España, distante 9.000 mil kilómetros.

Pasmosa naturalidad

Con pasmosa naturalidad, sor María declaró que era cierto: que se trataba de ella misma, y que había visitado la provincia de Nuevo México varias veces para evangelizar a los indios. Y como el fraile permaneciera mudo por el asombro, continuó relatando: creía haber viajado unas quinientas veces, en ocasiones dos en el mismo día. Y cuando Benavides le preguntó de qué forma, ella contestó que «por voluntad de Dios, y llevada por los ángeles».




El hecho trascendió y la noticia llegó a conocimiento del Santo Oficio, que abrió causa contra Sor María de Ágreda, nacida María Coronel Arana. El padre Benavides, que daba crédito al suceso, aconsejó no obstante a la religiosa suavizarlo ante la temible pesquisa de la Inquisición, presentándolo más bien como un sueño que como una realidad, pues era sabido cómo se las gastaba el Santo Oficio a la hora de rastrear herejías.

El Inquisidor había preparado un cuestionario de ochenta preguntas cuando acudió a interrogar a la abadesa en su clausura de Ágreda. Pero en lugar de edulcorar su relato, sor María lo mantuvo en sus términos: había viajado innumerables veces para predicar a las tribus de las llanuras, no sabiendo si lo había hecho en cuerpo o en espíritu. Y añadió más: «Yo veía los pueblos y sus diferencias con los de aquí, y el temple y calidad de la tierra era distinta, más cálida, las comidas más groseras y se alumbraban con una luz a modo de tea». Refirió incluso las costumbres y hasta los nombres de algunos caciques.

Tanta naturalidad y firmeza descompuso al inquisidor y, aunque se prodigaron las visitas y los interrogatorios, la Inquisición acabó por archivar el expediente. Y, por el contrario, en 1675 se abrió causa de beatificación de sor María de Ágreda, cuya fama de santidad se fue extendiendo, hasta el punto de que el Rey Felipe IV, vencido por las tribulaciones, se personó un día en el convento de Ágreda y se entrevistó con la monja, convertida desde entonces en su consejera espiritual.

El suceso fue considerado en su día como un extraordinario y verídico fenómeno de bilocación, que aceleró la conversión de las tribus del Suroeste norteamericano. Años después, los ancianos de las tribus aún aseguraban a los misioneros que una mujer de azul les había visitado años atrás, y en el archivo de la causa del Santo Oficio se reproducían sus palabras: «Yo no sé si fue en el cuerpo o fuera de él, pero puedo asegurar que el caso sucedió en hecho de verdad».

fuente: ABC y libro de Javier Sierra (La Dama Azul)


Sor María de Jesús ESCRITORA


Su obra más importante es Mística Ciudad de Dios, fue un libro muy popular y según la Venerable dictado por la Virgen María. Fue escrito dos veces, la primera versión fue quemada por la propia autora a causa de la imposición de un religioso anciano que era decididamente contrario a que las mujeres escribieran sobre temas teológicos, y la segunda versión fue publicada tras su muerte. Con un estilo infantil y barroco, pero con graciosa frescura nos va relatando la vida de la Virgen bajo los ocultos misterios de Dios.




























Beatriz de Silva y Meneses fundadora de la Orden de la Inmaculada Concepción (Concepcionistas Franciscanas) fue hija de Ruy Gómez de Silva y de Dña. Isabel Meneses.


jueves, 11 de noviembre de 2021

La "Maldición" de Jacques de Molay, el último Gran Maestre de los Templarios

 





La Maldición de Jacques de Molay, el último

 Gran Maestre de los Templarios

«¡Pagarás por la sangre de los inocentes, Felipe, rey blasfemo! ¡Y tú, Clemente, traidor a tu Iglesia! ¡Dios vengará nuestra muerte, y ambos estaréis muertos antes de un año!»


¡El día que murió en la hoguera Jacques de Molay, último gran Maestre Templario!

Jacques Bernard de Molay, vigésimo tercer Gran Maestre de la Orden de los Pobres Caballeros de Cristo y el Templo de Salomón, conocidos como templarios. Has sido juzgado y hallado culpable por tu propia confesión de los delitos de herejía, idolatría, sodomía y blasfemia contra la Santa Cruz. Por ello has sido condenado a morir en la hoguera. Tras siete años de prisión y Torturas, el anciano ha quedado reducido a una sombra de lo que fue.

Mis hermanos en Cristo ya no existen -replicó el anciano, meneando la cabeza-. Pero la Orden vivirá para siempre. (113 caballeros templarios habían sido ya asesinados en la hoguera por los hombres de Felipe. Aquel era el último que quedaba en Francia).

-Es voluntad del rey y de Su Santidad que la Orden sea erradicada, y su nombre sea maldito y caiga en el olvido.

-No le será tan fácil -repuso Molay, tirando torpemente de la túnica deshilachada y mugrienta que era toda su vestidura. La mano huesuda descubrió un hombro escuálido. Allí, cerca del corazón, el anciano había lacerado su carne, dibujando una cruz, la misma que había guiado su espíritu durante los 71 años de su existencia. Había usado el mango de una cuchara hacerlo, afilándolo contra una piedra suelta en la pared de su celda.

El preboste ahogó un quejido de repugnancia al ver aquello. Los bordes irregulares de la herida se habían infectado y estaban llenos de gusanos.

-Felipe y Clemente me matarán, pero no me impedirán morir con la cruz en el lugar donde siempre ha estado -añadió el anciano.

-Sea pues. Morid con la cruz, y que la orden muera con vos -dijo el preboste, haciendo un gesto al verdugo.

El encapuchado arrastró a Molay hasta el poste, alrededor del cual se habían dispuesto haces de madera seca por todas partes excepto donde debían ir los pies del prisionero. Al verlo, el templario pidió al preboste que se acercase.

-Me gustaría morir mirando a Notre Dame.

El preboste dio unas cuantas órdenes, y los guardias cambiaron de sentido los haces de leña a regañadientes. Ataron al anciano al poste, y finalmente colocaron algo más de combustible sobre las canillas blanquecinas y llenas de costrones del viejo guerrero.

El verdugo se acercó entonces al lugar donde apilaba sus enseres, y cogió un cubo donde guardaba paja húmeda. Iba a acercarse a la pira con él, pero el preboste le detuvo.

-Dejad eso.

Incluso a través de la capucha de cuero se percibió el desagrado del verdugo. No era un hombre que disfrutase haciendo daño a otros. Había perfeccionado su trabajo para matar con el mínimo dolor posible, y eso incluía la paja húmeda cuando alguien era condenado a la hoguera. El fuego arrancaba gran cantidad de humo de la paja, provocando que el reo se ahogase mucho antes de que el fuego le abrasase la carne.

-Sólo es un viejo inútil -dijo.

-El rey ha dicho que no -zanjó el preboste.

¿Qué terribles delitos había cometido aquel anciano para que la condena fuese tan dura? Ninguno, si hemos de juzgar su proclamación pública de inocencia, lejos de las lancetas y las cuerdas de los torturadores. Pero no eran sus crímenes los que habían enfurecido al Papa Clemente y al Rey Felipe el Hermoso. Era la existencia de los templarios la que significaba una amenaza para los poderes de París y de Avignon, donde estaba entonces la sede de Pedro.

«Dieu vengera notre mort!», musita el anciano varias veces, como ensayando para sí mismo, antes de tomar aire y repetirlo a gritos. Y su garganta reseca encuentra fuerzas para proclamar su inocencia. La voz cascada se aclara por última vez, y el viejo semidesnudo vuelve a ser un príncipe de la cristiandad. Un gigante poderoso cuya maldición vuela por encima de las cabezas de la gente, espanta a las palomas que anidan entre las gárgolas de Notre Dame, y se alza hacia el cielo para convertir el epitafio en presagio.


LA MALDICION

«¡Pagarás por la sangre de los inocentes, Felipe, rey blasfemo! ¡Y tú, Clemente, traidor a tu Iglesia! ¡Dios vengará nuestra muerte, y ambos estaréis muertos antes de un año!»



El un salto en el tiempo nos lleva al 21 de enero de 1793, es decir casi cinco siglos después del supuesto fin de los Templarios. Ese día mientras la guillotina de la Revolución francesa caía sobre el cuello del último Borbón francés, Luis XVI. Un grito surgió en medio de la gente; “Jacques de Molay, ahora sí ya has sido vengado”. El espíritu de la Orden del Temple seguía allí, e incluso posiblemente encabezando revoluciones o luchando por los derechos humanos.




Pergamino de Chinon

El "Pergamino de Chinon" Absuelve al Gran Maestre JACQUES DE MOLAY


Replica del pergamino de Chinon, el verdadero se expone en los Museos Vaticanos


El "Pergamino de Chinon" Absuelve al Gran Maestre JACQUES DE MOLAY y a toda la Orden

En el 1308 el Papa Clemente V absolvió a Jacques De Molay y al resto de los Caballeros Templarios de los cargos presentados por la Inquisición. Seis años más tarde, el Vaticano publicó el documento en una edición limitada de 800 ejemplares.

El documento contiene la absolución impartida por Clemente V al último Gran Maestro del Templo, el fraile Jacques de Molay, y a los demás jefes de la Orden después de que estos últimos hicieran acto de penitencia y solicitaran el perdón de la Iglesia; tras la abjuración formal, obligatoria para todos aquellos sobre los que recayera la sospecha de herejía, los miembros del Estado Mayor templario serían reintegrados en la comunión católica y readmitidos para recibir los sacramentos. 


Jacques de Molay nació el año 1243. Fue el 23 y el último Gran Maestre de la orden de los Caballeros Templarios. Gobernó la Orden desde el 20 de abril de 1292 y fue su gran reformador.

La Orden de los Templarios, también conocida como los Caballeros Templarios, o la Orden del Templo de Salomón, existió durante casi dos siglos durante la Edad Media. Su historia comenzó alrededor de 1129, y crecieron rápidamente, ya que muchos querían unirse a ese noble grupo de caballeros con sus distintivos mantos blancos decorados con la cruz roja. Fueron hábiles luchadores durante las Cruzadas y estaban bien dotados para las finanzas, lo que los convirtió en una forma temprana de la banca moderna. Los Templarios también fueron grandes constructores de fortificaciones en Europa y Tierra Santa.




Jacques de Molay nació el año 1243. Fue el 23 y el último Gran Maestre de la orden de los Caballeros Templarios. Gobernó la Orden desde el 20 de abril de 1292 y fue su gran reformador.

Hay muchas historias más o menos reales sobre él, pero poca información cierta sobre sus raíces y su vida. Una leyenda dice que durante su viaje por el Camino de Santiago a finales del siglo XIII dejó su espada en el castillo de Ponferrada en España.

Los Templarios lucharon en las cruzadas, lo que les reportó, además de merecida fama, mucho dinero. En aquellos años, ya estaban en boca de todos por poseer un legendario tesoro. Los reyes y la nobleza de Europa envidiaban sus riquezas y algunos incluso pensaron que cuando anduvieron por Oriente Medio los templarios habían redescubierto el tesoro del rey Salomón y se habían apoderado de él.

El rey de Francia, Felipe IV, decidió pedir prestado dinero a la Orden, creyendo que podía hacerlo sin límites. Los templarios eran buenos en la administración del dinero, pero cuando lo prestaban a alguien, esperaban recibir el reembolso más una módica cantidad de interés.

Ese fue el comienzo del fin de los Templarios: Felipe IV de Francia no quiso resarcir su gran deuda con la Orden. En lugar de devolver el dinero a los templarios, decidió aprovechar la situación. Pidió el apoyo del papa Clemente V, y en 1307, un viernes 13, muchos miembros de la Orden fueron arrestados en Francia. Comenzaron las torturas para demostrar, con falsas confesiones, que los Templarios eran aliados del Diablo. De Molay fue “despedido” de su cargo por orden del papa Clemente V en ese mismo año.

Siguiendo las órdenes de Felipe IV, las torturas sobre los templarios se hicieron de la manera más aterradora conocida. Uno por uno, los hombres fueron torturados por la Inquisición Medieval, y dieron falsas confesiones para detener su sufrimiento. Sin embargo, el valiente Gran Maestre se retractó de su confesión y el rey decidió encarcelarlo.


Después de siete largos años, se acercaba el fin del dolor diario y las torturas a las que estaba siendo sometido Jacques de Molay; los cardenales acordaron la sentencia de muerte para él y otros compañeros. De acuerdo con los testigos de la ejecución, de Molay no mostró ningún signo de miedo, e intentó no mostrar dolor durante su lenta muerte en la hoguera.

La mayoría de las piras fueron preparadas de tal manera que las víctimas morirían rápidamente. Sin embargo, en el caso de De Molay, prepararon una pira que se quemaría lentamente. Antes de morir, hizo oír su voz una vez más. Su discurso ante-mortem llevaría al rey y la iglesia a lamentar que su ejecución no hubiera sido más rápida.



Una maldición para toda Europa 


Mientras se quemaba en la pira, De Molay maldijo al rey Felipe IV de Francia, a sus descendientes, al papa Clemente V, y a todos los que apoyaron su muerte. De Molay dijo que en el siguiente año y un día, Clemente V y Felipe IV morirían. También dijo que la línea de sucesión de Felipe IV no reinaría más en Francia.

Sucedió como deseaba el infortunado, y el primero en morir fue el papa Clemente V. Le sobrevino una grave enfermedad y murió el 20 de abril de 1314. Poco después del Papa, Felipe IV murió de un derrame cerebral durante un día de caza. Una muerte trágica también fue también el destino de todos los sucesores del rey. Entre 1314 y 1328 murieron tres hijos y nietos del rey francés. A los catorce años de la muerte de De Molay la Dinastía de los Capetos ya no existía -después de 300 años-.


La historia del último Gran Maestre y su horrible maldición se convirtió en un shock en toda Europa. También arruinó la política de Francia porque algunos de los gobernantes tenían miedo de tener relaciones con la “maldita” familia real.

En septiembre de 2001, Barbara Frale, una paleógrafa italiana de los Archivos Secretos Vaticanos descubrió un documento conocido como el Pergamino de Chinon. Afirma que en 1308 el Papa Clemente V absolvió a Jacques De Molay y al resto de los caballeros templarios de los cargos presentados por la Inquisición. Seis años más tarde, el Vaticano publicó el documento en una edición limitada de 800 ejemplares.

En junio de 2011, el Papa Benedicto XVI se disculpó por el asesinato de De Molay y reconoció que fue víctima de falsas acusaciones. Siglos después de la tragedia, el Vaticano admitió que el Papa había apoyado los asesinatos, aunque los templarios no eran culpables.

















Eliphas Levi

interpreta al BAFOMET 






Eliphas Levi fue el creador del símbolo moderno hermético y kabbalístico del «Baphomet», basado en sus estudios de la Orden Salomónica de Los Templarios. Su verdadero nombre es Alphonse Louis Constant, hijo de padres fervientemente católicos, nació el 8 de febrero de 1810 en Paris, Francia. Antes de convertirse en uno de los más famosos Kabbalistas de la línea de la Alta Magia y el Ocultismo, realizó sus primeros estudios, ingresando en 1825 al seminario de Saint Nicolas du Chardonnet; allí fue dirigido por el abad Frère-Colonna, quien lo orientó hacia el estudio de la magia. En 1830, habiendo terminado sus estudios de retórica, pasó según la norma al seminario de Issy para acabar dos años de filosofía y finalmente, tras la muerte de su padre ingresa en el seminario de Saint-Sulpice para estudiar teología, en donde es ordenado subdiácono y tonsurado (primero de los grados clericales, el cual se confería por mano del obispo como disposición y preparación para recibir el sacramento del orden y cuya ceremonia se ejecutaba cortando una parte del cabello).

Tras una serie de acontecimientos dolorosos, la pérdida de su amada y su madre, así como la renuncia al sacerdocio; Eliphas Levi fue reconocido ampliamente como escritor e iniciado como Maestro Kabbalista, Rosacruz y Masón de alto rango.

Eliphas Levi consideró al Baphomet como una representación del Absoluto en forma simbólica. Según la historia Levi basó la ilustración de su Baphomet en una gárgola que se hallaba en el edificio parisino de Saint Bris le Vineux, que era propiedad de los Caballeros Templarios…

«La Gárgola tiene la forma de una figura barbada y cornuda con senos femeninos colgantes, alas y pies en forma de pezuñas. Está sentado con las piernas cruzadas…»

Eliphas Levi y su interpretación del Bafomet

«El macho cabrío lleva sobre la frente el signo del pentagrama, con la punta para arriba, lo que basta para considerarla como símbolo de luz; hace con ambas manos el signo del ocultismo y muestra en alto la luna blanca de Jesed y en bajo la luna negra de Geburah. Este signo representa el perfecto acuerdo de la misericordia con la justicia. Uno de sus brazos es femenino y el otro masculino, como en el andrógino de Khunrath, atributos que hemos debido reunir con los de nuestro macho cabrío, puesto que es un solo y mismo símbolo. La antorcha de la inteligencia, que resplandece entre sus cuernos, es la luz mágica del equilibrio universal; es también la figura del alma por encima de la materia, aunque teniendo la cabeza misma, como la antorcha tiene la llama. La repugnante cabeza el animal representa el horror al pecado, cuyo agente natural, único responsable, es el que debe llevar por siempre la pena; porque el alma es impasible en su naturaleza, y no llega a sufrir más que cuando se materializa. El caduceo que tiene en vez de órgano generador representa la vida eterna; el vientre, cubierto de escamas, es el agua; el círculo, que está encima, es la atmósfera, las plumas, que vienen de seguida, son el emblema de lo volátil; luego la humanidad está representada por los dos senos y los brazos andróginos de esa esfinge de las ciencias ocultas«.





viernes, 29 de octubre de 2021

Breves Notas de la Militar Orden de San Juan de Jerusalén, generalmente llamada de Malta u Hospitalarios en MALLORCA

 





 La Historia resumida de la Militar Orden de San Juan de Jerusalén, generalmente llamada de Malta u Hospitalarios





En el año 1048, los mercaderes de la ciudad de Amalfi, en el reino de Nápoles, impulsaron un convento hospital regido por benedictinos, que fue denominado San Juan Baptista. Este hospital se destinó a atender a los peregrinos. 

En 1099, el líder cruzado Godofredo de Bouillón hizo importantes donaciones en Tierra Santa al hospital, por lo que los religiosos de San Juan pasaron a Jerusalén separándose de la tutela benedictina.

Fue el embrión de una nueva orden, la del Hospital de San Juan de Jerusalén. Allí, a falta de un ejército organizado, se convirtieron en monjes soldados, en el mismo sentido que lo fueron los templarios algunos años después. Cuando en 1187 Saladino conquistó Jerusalén, los hospitalarios se trasladaron a la ciudad de Acre. Allí se establecieron hasta 1291, momento en que fijaron su residencia en Chipre. 

En esa isla estuvieron poco tiempo pues en 1310 se trasladaron a Rodas tras haberla conquistado. Por eso, durante aquel período fueron conocidos como los caballeros de Rodas. Finalmente, en el siglo XVI el emperador Carlos I de España les cedió la isla de Malta, residencia definitiva hasta la conquista de Napoleón en 1798. Desde entonces se les conoce como los caballeros de la orden de Malta. 

En esta Orden Militar, los mallorquines tuvieron un papel nada desdeñable, especialmente desde la época de Malta, momento en que esta institución religioso-militar se había convertido en garante de la seguridad marítima frente a turcos y piratas, y por tanto coincidía con los intereses de los mercaderes mallorquines. Por este motivo, no pocos miembros de la nobleza mallorquina ingresaron en la orden. Prueba de lo mucho que se involucraron en la causa son los tres grandes maestres que dio la isla a los monjes soldado:


* Rafael Cotoner y de Oleza (1660-1663). 60 gran maestre de la orden de Malta. Pertenecientes a una noble familia mallorquina26, los hermanos Rafael y Nicolás Cotoner y de Oleza, empezaron a servir desde muy jóvenes en la religión sanjuanista y formaron parte de muchas caravanas. El primero de ellos fue comendador a los 30 años de edad y gran castellán de Amposta a los 39. Al ser nombrado capitán de la galera San Lorenzo, le sucedió en la castellanía su hermano Nicolás, que más tarde sería nombrado bailío de Negroponte y después sucedió a su hermano en el bailiazgo de Mallorca.

* Nicolás Cotoner y de Oleza (1663-1680). 61º gran maestre de la orden de Malta. El convento reunido en capítulo, dio un claro ejemplo de agradecimiento a la persona del gran maestre anterior y eligió a su hermano para desempeñar tan alta magistratura. Tras la firma del tratado de paz firmado entre Venecia y el Imperio Otomano, en 1669, y tras el sitio de Candía, Nicolás Cotoner mejoró las fortificaciones de la isla de Malta y construyó una serie de fortalezas. La más importante de ellas, la de Santa Margarita, fue llamada La Cotonera en honor a su constructor, y tenía como fin albergar a la población en caso de un ataque a la isla.


Raimundo Despuig y Martínez de Marcilla (1736-1741). 67º gran maestre de la orden de Malta. Hijo de los condes de Montenegro, antes de ser elegido gran maestre, fue senescal y bailío de Mallorca. Su gobierno tranquilo y pacífico duró poco más de cuatro años, que ocupó casi por entero en la persecución de corsarios desplegados por el mar mediterráneo. Muy pocos datos se conocen sobre él y los autores hablan de su gobierno como un periodo de tranquilidad y transición con el de su sucesor, Manuel Pinto de Fonseca.



 




En sus orígenes mallorquines, y a diferencia de los templarios, los hospitalarios de San Juan no participaron en la conquista de Mallorca. Llegaron poco tiempo después. En 1230, (LA CONQUISTA FUE EL 31 DE DICIEMBRE DE 1229) "vamos" 1230 YA, a los mes un mes despues o menos y participaron en la conquista del territorio. el maestre hospitalario Hug de Fullarquer vino a Mallorca acompañado de quince caballeros de la orden: Berenguer d'Anglesola, Blasco de Massa, Pere de Montcada, Jofre Rocaberti, Guillem d'Oms, Tomàs de Llupià, Bernat de Santjoan, Dalmau Desfar, Pere de Tagamanent, Marimó de Plegamans i Pere Marquet... Jaime I les cedió algunos dominios para que se estableciesen en la isla. Entre esas donaciones se encontraba una porción del raval de mar junto a la atarazana islámica cedida expresamente para que allí construyesen su casa-hospital y su iglesia. La iglesia fue construida en la esquina de las actuales calles de sant Joan y Vallseca, muy cerca de la Lonja, es decir, en plena zona marinera, muy adecuada para los intereses de la orden. No debieron tardar los hospitalarios en construir su templo, pues se conserva el testamento del pavorde Joan de Verí, fechado en 1276, en virtud del cual hace una donación para los adornos de la iglesia de San Juan. Ahí tenemos los orígenes fundacionales de la que sería conocida como de Sant Joan del Mar, o también, más tarde, como Sant Joan de Malta.




La organización de la Orden en los reinos de Las Españas era sobre todo a base de castellanías. Las encomiendas eran menos frecuentes. Eso nos hace sospechar que la provincia aragonesa se suponía que debía combatir a los musulmanes de forma mas intensa. La monarquía aragonesa también otorgó al Hospital algunos otros castillos en la frontera con el Islam en la segunda mitad del siglo XII y a principios del siglo XIII. Así sucedió con el de Ulldecona en Cataluña o los de Olocau y Fortanete en el reino de Aragón propiamente dicho. Sin embargo, quizás lo más interesante es que los reyes aragoneses prometen dar varias posesiones a la Orden en el reino de Valencia antes de ser conquistadas. Además, también se comprometen a ceder al Hospital determinados derechos sobre las tierras que se conquisten al Islam. Por ejemplo, a fines del siglo XII el rey Alfonso II eximió a la Orden de entregar a la Corona la quinta parte de las tierras que conquistasen a los musulmanes. Parece que, en efecto, durante la segunda mitad del siglo XII la Orden de San Juan participó de forma activa en la Reconquista aragonesa. A principios del siglo XIII tenemos ya una clara evidencia documental de ello. El fuero de alguna villa de señorío de la Orden también lo da a entender por la misma época80. Sin embargo, es ya a mediados del siglo XIII, en la época del rey Jaime I (El Rey Templario), cuando el apoyo militar del Hospital fue más releva

El caso de la Corona de Aragón es especialmente interesante. El motivo es que las fuentes conservadas sobre la materia son mucho más abundantes. Nos proporcionan detalles de un gran valor. En Aragón la importancia relativa de la Orden de San Juan es mucho mayor. 

En la corona aragonesa se produce un predominio absoluto de las órdenes internacionales sobre las de origen peninsular. Temple y Hospital son mucho más relevantes en Aragón que Santiago y Calatrava. En consecuencia, la aportación de la Orden de San Juan a la Reconquista aragonesa va a ser destacada. No obstante, hay que reconocer que el papel militar del Temple seguramente fue mayor. Los templarios solían estar en la vanguardia de la frontera aragonesa con el Islam. Los hospitalarios ocupaban posiciones un poco más en retaguardia. En cualquier caso, la Orden de San Juan también tuvo sus castillos en la frontera. Tras la conquista de Tortosa a mediados del siglo XII, el rey Ramón Berenguer IV otorgó a la Orden la importante fortaleza de Amposta. Estaba situada en la frontera de Cataluña con el Islam. Debido a su relevancia, el oficial sanjuanista que estaba a cargo del castillo rápidamente se convirtió en el prior provincial de la Orden para toda la Corona de Aragón. Era conocido con el nombre especial de castellán de Amposta.

 

La Orden  participó en la conquista del reino musulmán de Valencia. De hecho, parece que la propuesta al rey Jaime I de iniciar dicha operación fue una iniciativa del entonces castellán sanjuanista de Amposta, Hugo de Fullalquer. El “libro de los hechos” de Jaime I cita con frecuencia a la Orden en las operaciones de ocupación del territorio valenciano a mediados del siglo XIII. El Hospital incluso conquistó de forma autónoma la villa de Cervera del Maestre. Las fuentes documentales confirman la importancia de esta intervención en Valencia. En agradecimiento a la ayuda prestada en la ocupación, la Orden de San Juan recibió importantes señoríos en el norte del reino de Valencia. El Hospital no limitó su labor militar en Valencia al momento de la conquista. Durante la segunda mitad del siglo XIII colaboró de forma muy activa en la consolidación de la ocupación del territorio. Los registros de la cancillería real conservados en el Archivo de la Corona de Aragón así nos lo ponen de manifiesto. Cada vez que se producía una amenaza de ataque musulmán en el reino de Valencia, la monarquía ordenaba una movilización general de los hospitalarios aragoneses. Los reyes también mandaban a sus ejercitos.


 
















lunes, 25 de octubre de 2021

VUELVEN LAS HORDAS COMUNISTAS A DERRIBAR MONUMENTOS CATOLICOS Y AGREDIR A LOS "CURAS" EN MALLORCA (SON SERVERA)

 




El Ayuntamiento socialista de Son Servera derriba la Cruz de la primera victoria sobre el comunismo, al grito de “a tomar por el c…”



¡Vergonya, cavallers, vergonya!




Monumento sin nombres y por todos los caídos en la Batalla de Mallorca contra el Comunismo (PAX DEI) para EUROPA

En el expediente  sobre el derribo del monumento (CRUZ)  "se encuentra pendiente" de la obtención de informe del Consell de Mallorca preceptivo para la continuación de su tramitación, por lo que no se podía realizar ninguna actuación con respecto a la mencionada cruz tal y como se recoge en la normativa contenida en la Ley 12/1998, de 21 de diciembre, del Patrimonio Histórico de las Illes Balears. Por los tanto esta demolición no cuenta con el informe pertinente del "CONSELL INSULAR".  "Esta Gentuza no respeta ni sus propias LEYES". 

Un alto cargo de Podemos arremete contra el cura de Son Servera que defendió la Cruz de los Caídos


Rdo. Jaume Servera (Rector de la Iglesia de Son Servera)


























 


RADIOACTIVIDAD

RADIOACTIVIDAD NATURAL NORM (Naturally Ocurring Radioactive Materials)  Un Riesgo a tener en cuenta en los trabajos de las Industrias petrol...