domingo, 17 de mayo de 2020

Stanislav Petrov El hombre que salvó al mundo de una Guerra Nuclear con misiles ICBM




Stanislav Petrov


Vasili Aleksándrovich Arjípov

Los hombres que salvaron al Mundo en el que vivimos nuestra generación y venideras


Equinoccio de otoño


Retrato del antiguo teniente coronel soviético Stanislav Petrov tomado en 1999. Petrov evitó una guerra nuclear  entre la extinta URSS y USA en 1983.


Evitó el fin del mundo en 1983

El destino del planeta estuvo un día en las manos de un militar ruso. Su sangre fría salvó millones de vidas. Esta es su historia




Stanislav Yevgrafovich Petrov es un teniente coronel del Ejército soviético durante aquellos años de la guerra fría que, una noche de 1983, tuvo el destino del mundo en sus manos.

Se vivían los últimos coletazos de la guerra fría y el ambiente era de máxima tensión. La URSS acababa de derribar un avión coreano que había entrado en su espacio aéreo por despiste, mientras los Estados Unidos seguían en sus trece de colocar una buena batería de misiles en Europa Occidental.

Con ese ambiente poco tranquilizador, llegamos al 26 de septiembre de 1983. Catorce minutos después de medianoche, todas las alarmas saltaron en el búnker Serpukhov-15, a unos cien kilómetros de Moscú, cuando el satélite OKO captó el lanzamiento de un misil nuclear norteamericano. Tiempo estimado de impacto: 20 minutos.

El Teniente Coronel Petrov era el responsable de activar el protocolo de respuesta, es decir, el contraataque nuclear que acabaría con todo lo que estaba por venir. Sin embargo, convencido de que tenía que tratarse de un error, decidió ignorar todas las alarmas, incumplir las órdenes de la cadena de mando y esperar… Y no pasó nada.

¡Petrov sabía que los americanos no podían tener un sistema de defensa efectivo. Un contraataque supondría la aniquilación inmediata de su población!

Resulta que el sol, la tierra y el satélite OKO se habían alineado de tal forma que éste último confundió la luz solar reflejada en las nubes con el lanzamiento de un misil. El incidente, silenciado por la URSS, ha pasado a la historia como el "Equinoccio de otoño" , aunque ni la hazaña ni su protagonista son apenas conocidos.

Petrov fue degradado por esta decisión que salvó al mundo. 














¡En un mundo lleno de miserias, egos, avaricia y ambiciones, la humildad de este hombre y su indiferencia por la fama estremecen!







El incidente no salió a la luz pública hasta la década de los 90, cuando se publicaron las memorias del general Yury Votintsev, entonces comandante de las fuerzas de defensa de misiles. El reconocimiento de la hazaña no le llegó a Petrov hasta el año 2004, cuando se le concedió el World Citizen Award. Dos años más tarde sería homenajeado en las Naciones Unidas. Casi todo el dinero de los premios recibidos los ha repartido entre sus familiares. El teniente coronel vive hoy en un pequeño apartamento de la periferia de Moscú con una pensión de poco más de 200 dólares, en relativo anonimato.













Vasili Aleksándrovich Arjípov





Vasili Aleksándrovich Arjípov (en ruso: Василий Александрович Архипов; ZvorkovoÓblast de Moscú30 de enero de 1926 - ZheleznodorozhnyÓblast de Moscú19 de agosto de 1998) fue un oficial naval soviético. Durante la Crisis de los misiles en Cuba, impidió el lanzamiento de un torpedo nuclear y por tanto, una posible guerra nuclear. Su historia hasta ahora es desconocida para el público en general. Thomas Blanton expresó en 2002, cuando era director del National Security Archive, que «un hombre llamado Vasili Arjípov salvó el mundo».


LOS TEMPLARIOS EN LA CONQUISTA DE MALLORCA (REY JAIME I el Grande) EL REY POETA, ESCRITOR Y CRONISTA (PERIODISTA DE GUERRA)



LOS TEMPLARIOS 
EN LA CONQUISTA DE MALLORCA

"JAIME I" EL REY TEMPLARIO
"EL GRAN REY CONQUISTADOR"




omnes homines de térra nostra et aliunde venientes que hoc jurare voluerint et venire nobiscum in viaticum supradictum -ad ínsulas Baleares


La ratificación del pacto entre pares e iguales, concluido entre Jaime I y los lideres eclesiásticos y seglares para llevar a cabo la invasión, se llevó a cabo en Tarragona, el 28 de agosto de 1229 y estuvo abierto en condiciones de paridad a cuantos quisiesen participar.



Conviene recordar que el REY JAIME I "EL REY TEMPLARIO" hijo de PEDRO II de Aragón (defensor de los Cátaros) y María de Montpelier y fruto del único encuentro carnal entre los esposos con treta incluida o "encerrona" al Rey batallador padre de Jaime. En el 1914, sus tutores, decidieron su educación en el Monasterio de la ORDEN DEL TEMPLE en Monzón bajo la tutela del Maestre Guillermo de Motedron, y por lo tanto podemos pensar que era un Caballero Templario, más en su FUTURA condición de Rey de Aragón, de Mallorca y Valencia.


En aquel tiempo el Gran Maestre del Temple era Pere de Montagut (1219-1233) del Condado de Catalunya.



Castillo Templario (Pobres Caballeros de cristo) de Monzón donde se forjó el espíritu del joven REY (EL GRAN REY)



JAIME I, DE CABALLERO TEMPLARIO A 
REY, POETA, ESCRITOR Y CRONISTA y PERIODISTA DE GUERRA





Desde el inicio de la EMPRESA de la RECONQUISTA de Mallorca (Hay que tener en cuenta que las Islas fueron del Imperio Vandalo-Alano de Genserico que eran Cristianos Arrianos antes de ser conquistados por las fuerzas musulmanas de Al-Andalus), ya se encuentran presentes los valores espirituales de la Orden de los Templarios, pues dicha Orden ya había incluido en 1129 a las Islas en sus objetivos.  De hecho, buena parte de la Conquista fue planeada y ejecutada por los Monjes Soldados y prueba de ello fue la fuerte y amplia participación que fue recompensada con una gran donación por parte del Rey del botín de Guerra recogida en el "Llibre del repartiment". En la Ciudad de Madina  Mayurca: el Palacio, el barrio Judio, la tercera parte de la Ciudad "Partita Templi..." y un puerto exclusivo para la Orden como lo fue Puerto Pollensa, amen de las tercera parte de la sierra de tramontana con sus 22 alquerías.  








SE PUEDE AFIRMAR QUE LOS CABALLEROS DE DICHA ORDEN ERA LA MEJOR FUERZA DE CHOQUE QUE EL REY JAIME I TENÍA EN SUS REINOS Y TAMBIÉN LO FUE SIN DUDA EN LA CONQUISTA DE LAS ISLAS BALEARES










Hoy sabemos que existió una fuerte simbiosis entre Caballeros Templarios y la Infantería ALMOGAVAR, NO EN VANO el "ADALID" Almogavar ROGER DE FLOR fue Sargento templario.

En Batalla se complementaban muy bien militarmente unidos en su FE y sus diferentes formas de afrontar el estilo militar. 


FUENTE:

HISTORIA DE MALLORCA
(Mascaró Pasarius)

Otros
Internet



ORDEN DE BATALLA DE LA CONQUISTA

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Se debe hacer mención a que el mismo "Rey Templario" hizo mención de un grupo de Infantería que con los años se caracterizo por sus estilo de combate brutal y despiadado contra el enemigo. LOS ALMOGAVARES, de los que dijo en mas de una ocasión; Bravos e intrépidos almogávares especialmente en la conquista de Valencia y Murcia  

¿Existió una simbiosis entre Caballeros templarios y Almogavares?

¡Roger de Flor antes que líder "ADALID" Almogavar fue Sargento Templario!

En el primer convenio de las cortes la empresa se presentó sólo para súbditos de la corona de Aragón, pero al definirse la empresa como cruzada y estar amparada por una bula papal, quedó posteriormente abierta para cuantos quisiesen participar, llegando incluso a incorporarse colectivos particulares y judíos. Este último colectivo minoritario fueron denominados "chuetas" (lejos de la consideración actual) y su importancia radicó cualitativamente, ya que consistieron en parte de la actividad industrial, comercial y científica de la corona. 

Desde el punto de vista del Rey Jaime I los consideraba incluso preferibles a los cristianos procedentes de la nobleza, quienes podrían resultar rivales políticos, por lo que la estimulación de este grupo de ciudadanos para que trasladasen sus hogares a los nuevos territorios conquistados sirvió de piedra angular de la política de la corona, súbditos, cuya contribución en la economía y la colonización de la isla fue sustancial. La simpatía del Rey por el colectivo judío provenía desde temprana edad, ya que desde que fue reconocido como Rey (a los cinco años) tuvo a su disposición a un médico judío llamado Açac Abenvenist que, además de cuidar de su salud, fue comisionado en una ocasión para pactar una tregua temporal con los musulmanes.



Durante el viaje desde Tarragona y Cambrils las fuerzas de Jaime I no se vieron dificultadas por la flota musulmana (se desconoce el motivo), en el caso de que hubiera existido. Pero, en cambio, la flota cristiana fue azotada por una tormenta  y fue tal la dureza del temporal, que el rey, durante la tormenta, le juró a "Santa María" que le construiría una Catedral para venerarla, si les salvaba la vida. Por esta promesa Real nació la idea de la actual Catedral de Santa María de Palma de Mallorca. La Catedral Gótica del mundo cristiano  mas cercana al mar.




Catedral Basílica de Santa María en Mallorca. Al fondo el palacio Almohade del Wali Abu Yahia perfectamente conservado hasta nuestros días como el resto de fortalezas musulmanas (La mezquita NO, ya que la catedral se construyo en el lugar donde existió una Iglesia Cristiana anterior (católica y posteriormente Arriana) .

La idea inicial de desembarcar en Pollensa fue desestimada por tener el fuerte viento en contra y el Rey aconsejado por  Berenguer Gairan Capitán de su nave, que conocía Mallorca le habló de la isla Dragonera y del Islote PANTALEU, situados al oeste de la Isla, es decir en dirección favorable al viento. Hacia allí pusieron proa las naves cristianas, llegando al día siguiente y sin perder ni una sola nave durante la fuerte tormenta. El Rey desembarco en el islote mencionado y allí hizo levantar sus tiendas acto seguido la totalidad de la flota cristiana arribó a las aguas de la pequeña bahía de lo que es hoy "San Telmo" y fondearon a los largo de la costa entre la isla Mitjana y punta Galinda. Toda aquella zona se conocía como La Palomera.

Vemos por lo tanto que la primera tierra firme que toco el Rey fue el pequeño islote llamado "Pantaleu", situado muy cerca de la costa de la actual localidad de San Telmo, núcleo de población perteneciente al actual municipio de Andraitx. La tradición local, cuenta, que la primera misa real se llevó a cabo en este islote y que en él se conservaba una pila de agua donde el Rey abrevó su caballo, pero en 1868 fue destruida por unos revolucionarios analfabetos liberales que pretendían acabar con los vestigios del pasado feudal en Mallorca.



ISLA DE PANTALEU CON LA DRAGONERA AL FONDO
Sin duda se trata de estrategia militar de no llegar a la costa ya que en la isla Pantaleu con todas las galeras protegiendo el pequeño islote tenían la retirada asegurada en caso de ataque masivo de las fuerzas musulmanas.


En la costa de la Palomera (La de San Telmo) nutridas fuerzas de tierra sarracenas , se aprestaban a la defensa de la isla entre 5000 peones y 200 caballos. Reunido el Rey en consejo acordaron confiar a don Nuño samz y a Ramón de Motcada  la exploración de la costa, hacia Madina Mayurqa para elegir un mejor lugar de desembarco.



JAIME I, DE CABALLERO TEMPLARIO A 
REY, POETA, ESCRITOR Y CRONISTA



El domingo 9 de septiembre, mientras las tropas cristianas se encontraban descansando fondeadas en la Dragonera, junto al islote Pantaleu donde se encontraba el Rey, recibieron la visita de Alí de la Palomera, que se acercó nadando (hay muy poca distancia) hasta este islote y les proporcionó noticias sobre Mallorca y la situación en la que se encontraba. Este sarraceno llamado Ali de la Palomera puesto de hinojos ante el Rey, le dijo: Señor: sepas por cierto que esta tierra es tuya y de tu dominio; que mi Madre mujer sabia, lo ha sabido por su arte de la astronomía, que la debes conquistar, y me ha rogado que venga a ti a decírtelo.

Esta predicción produjo una gran efecto esperanzador en el Rey y en cuantos le escucharon "Todos creyentes pero también supersticiosos" 

Alí informo del numero y situación de las fuerzas del vali Abu Yahia. Cuarenta y dos mil hombres bien armados, valientes y audaces de los cuales cinco mil van a caballo le dijo, aconsejándole seguidamente no se demorara en desembarcar sus fuerzas, antes que el Rey de Mallorca saliera de la ciudad con sus hombres. 
Como era de esperar la llegada de los cristianos no había tomado por sorpresa a los "moros", ya que desde las atalayas costeras habían divisado a la flota cristiana e informado al valí Abu Yahya de la presencia de las naves cristianas, el cual dispuso de un ejército de 5000 soldados y doscientos caballos que acamparon frente a la costa de Andratx dispuestos a repeler el ataque. Debido a que Jaime I había sido informado por Alí de los pasos del valí y del contingente que le esperaba, la temeridad de tentar la operación ante tantos enemigos le hizo convocar a los nobles, resolviendo que, Nuño Sanz y Ramón de Montcada, cada uno con una galera costeasen la costa hasta que encontrasen un buen lugar para tomar tierra. Esta escuadra de reconocimiento y exploración regresó con la noticia de haber encontrado un lugar llamado Santa Ponsa, desde el cual había un montecillo (El Puig de "Na Morisca") que, con unos 500 hombres apostados en él, podrían defender el desembarco de la tropa de desembarco.

Al anochecer del domingo 9 al lunes 10, la flota levanto anclas de "La Palomera", pasaron frente la "Cala en Tio", "Cala d'Egos", Port d'Andraitx, "La Mola", "Cala Marmasem", "Cala LLamp" y "Camp de Mar", para entrar en la amplia ensenada de Santa Ponsa. El grueso de la flota paso de largo (se desconoce si por error o planeado) y se dirigió a Sa Porrassa. "Mi parecer particular es que fue totalmente planeado".  


Los primeros caballeros desembarcados fueron don Nuño Sanz; don Ramón de Montcada y don Bernat de Campanes junto con ellos el Lugarteniente del Maestre del Temple el Conde de Ampuries, don Bernat de Santa Eugenia y don Gilabert de Cruilles. Fueron desembarcando seguidamente unos 800 peones y 150 caballos.  Sin lugar a dudas el primer encuentro con los sarracenos (Mallorquines Musulmanes) se produjo en las proximidades de la colina (Puig de Sa Morisca) donde Bernat Riu había plantado la enseña cristiana y sin duda la primera lucha fue por el dominio de esa cota tan importante, militarmente hablando, para proteger el desembarco. Al Frente de los caballeros catalanes iba don Ramón de Montcada.  El resultado fue de 1500 bajas musulmanas y los demás huyeron, no tenemos las cifras de las bajas cristianas.


La Cruz del Desembarco en el lugar exacto donde llego la nave del joven Rey Templario en Santa Ponsa. 

Después de la primera Batalla don Ramón de Montcada regreso a la caleta del desembarco donde desembarcaba el Rey a quien comunico satisfecho el feliz resultado del primer encuentro con las fuerzas musulmanas.

El Rey enardecido por aquella primera victoria, invito a los caballeros aragoneses que saltaban a tierra desde una Tarida a que le acompañaran para presentar batalla a los sarracenos. Juntos se adentraron en tierras de santa Ponsa y el Rey seguido por 24 caballeros aragoneses produjo una escaramuza temeraria contra un gran grupo de enemigos  (Entre 300 y 400 peones sarracenos) que desagradó a los Montcada, quienes le reprocharon su temeridad, ya que llevó a cabo la acción por su cuenta poniendo en peligro su vida y la misión, al no haber advertido de sus intenciones al resto del ejército. (Hay que recordar que el Rey tenía 21 años).

¿Que habéis hecho? le dijo Ramón de Montcada ¿queréis morir y con vos nosotros? Si por mala ventura perdierais la vida la vida, y ahora habéis estado en riesgo de perderla, todos estaríamos perdidos.


Por el otro lado, parte del ejército musulmán había avanzado desde las costas de San Telmo pasando por el pueblo de Andraitx y cerca de Paguera (Donde pudo haber otra batalla indocumentada en textos, pero si en mapas antiguos de la Isla que señalan en Paguera una Batalla. No es descabellado pensar que parte de las tropas desembarcadas fueran al encuentro de los musulmanes que desde la costa de Palomera (San Telmo) y Andraitx se dirigían a Santa Ponsa, ni tampoco que parte de las fuerzas cristianas fueran a su encuentro buscando campo abierto muy propicio para las caballerías templarías). 

Tras superar ese primer episodio bélico y la escaramuza del propio REY, los cristianos, ya con la posición asegurada, instalaron un campamento militar en el llano y en las cercanías de la bahía de Santa Ponsa hasta el miércoles 12.
Hacia medianoche, después de un día de descanso, un emisario de don ladrón, que con muchos nobles y el grueso de la flota estaba fondeado en aguas de Sa Porrassa, fue portador de la noticia de que los musulmanes estaban acampados en la sierra de Porto Pi (hoy de Na Buguesa). El Rey de inmediato mando aviso a Guillem de Montcada a Nuño Sanz y a los ricos-hombres de la hueste. Pero nadie se levantó hasta el alba.

Amanecía el día 12 de septiembre de 1229 y el rey como tenía por costumbre, oyó misa, esta vez en su propia tienda. BERENGUER DE PALOU, Obispo de Barcelona, en su sermón,  arengo a los soldados prometiéndoles el paraíso celestial si morían en combate (Vamos como lo mismos arabes).     

Después se iniciaron los preparativos para poner en marcha la hueste rumbo a la ciudad soñada. Tras una breve disputa entre don Nunyo Sancho y los señores Montcada (Tio y Sobrino), se decidió que estos últimos dirigieran la comitiva y el avance de las tropas hacia Medina Mayurqa a través del collado donde se encontraba el ejercido sarraceno. Una vez se pusieron en marcha hacia el campo de Batalla encontraron al enemigo desde lo que hoy es la Capilla de la Piedra Sagrada. cerrando el paso natural hacia Madina entre el Puig de'n Saragossa y el Puig de Ginesta. Esta capilla simboliza, desde inicios del siglo XX, la creencia popular que señala este lugar como aquel donde los cristianos celebraron su primera misa en Mallorca, oficiada por el obispo de Barcelona, Berenguer de Palou. 



Capilla de "Sa Pedra Sagrada"
La Iglesia está dedicada a "Sa Mare de Deu de sa Pedra Sagrada" acompañado por una imagen de la Virgen de los Desamparados.

Sin duda la vanguardia del ejercito cristiano había llegado al collado que desde entonces viene  denominándose "Coll de sa Batalla" llegando a contacto visual con el ejercito musulmán que ocupaba desde el "Puig de d'en Saragossa" pasando por el llano hasta el "Puig de Sa Ginesta", donde el grueso de la fuerza ocupaba hasta la cumbre.

 Batalla de Portopí
(El Coll de Sa Batalla y la Cruz de los Montcada)




El Orden de combate de las fuerzas del Rey era que Guillem y Ramón de Motcada  y sus huestes avanzaran por la falda des Puig de Sa Ginesta y el Conde de Ampurias con las Caballerías Templarias atacaran por el centro para romper el muro musulman.



La batalla de Portopí fue el principal enfrentamiento armado en terreno abierto entre las tropas cristianas de Jaime I y las musulmanas de Abú Yahya en toda la conquista. Se llevó a cabo el 12 de septiembre de 1299, en diversos puntos de la sierra de "Na Burguesa" (antiguamente llamada sierra de Portopí), aproximadamente a mitad de camino entre Santa Ponsa y la Ciudad de Mallorca, zona conocida localmente como "Es Coll de sa Batalla". Aunque los cristianos resultaron vencedores, sufrieron bajas de importancia, como la de Guillermo II de Bearn y el sobrino de este, Ramón, cuyo parentesco había sido confundido con anterioridad creyendo que eran hermanos, por lo que son usualmente más conocidos como los Hermanos Montcada.

Otros Historiadores evidencian que lo que divisaron los cristianos fue la avanzadilla islámica que se envió desde Ciudad para repeler la invasión, y ganar tiempo para la organización de la defensa de la medina. Esta avanzadilla, formada por unos dos mil hombres, se situó, según las prospecciones realizadas, en la pequeña elevación que hay en Cas Saboners, conformando allí, por sus características estratégicas y defensivas, un campamento militar. Las fuentes señalan que este contingente fue avistado previamente por los barcos que habían fondeado en Sa Porrassa, que enviaron acto seguido un bote a la bahía de Santa Ponça para avisar al grueso de la tropa. La crónica árabe de la conquista indica que el objetivo principal de este destacamento consistía en tratar de evitar el desembarco cristiano en Santa Ponça: Envià el vali un grup de gent per interceptar el seu avenç (de los cristianos) i aturar el desembarcament en aquell indret (Al-Mahzumi 2008: 102). Sin embargo, este destacamento no llegó a tiempo para evitar el desembarco, de modo que el choque entre ambas fuerzas tuvo lugar en el Coll de sa Batalla, cuyo topónimo actual hace referencia a este acontecimiento. Geográficamente, debemos situar el área de la batalla en el paso natural delimitado por el Puig de sa Celleta, el Puig de Saragossa, el Puig des Rei y el Puig de sa Ginesta. Hoy día pasa tanto la carretera antigua como la autovía. Posiblemente la batalla se centró en la actual Rotonda.


El paso natural entre el PUIG D'EN SARAGOSSA y el PUIG DE SA GINESTA se llama desde aquellos días ES COLL DE SA BATALLA, el recuadro de la derecha, marca donde estaba el Pino de los Montcada y ahora esta la Cruz. El de la izquierda es la CAPILLA DE LA PIEDRA SAGRADA

Cuentas algunos cronistas que en los primeros momentos de la confrontación, se sucedió el desconcierto entre las tropas cristianas. 

Al parecer, el ejército cristiano se había organizado y dividido en tres secciones, quedando la retaguardia, dirigida por Nunyo Sanç, muy separada de las primeras filas de vanguardia, que habían iniciado un peligroso avance sin caballería. De este modo, los soldados fueron contenidos por Rocafort hasta la llegada de los Montcada, momento en el que se inició la batalla. Cuando los cristianos se intentaron reorganizar ya se habían producido varios choques entre ambos ejércitos. Según cuenta la crónica, tres veces habían ganado los cristianos y tres veces los árabes. En uno de estos enfrentamientos, Guillermo de Montcada se percató de que, si lograban tomar la colina donde se situaba el campamento militar almohade, ganarían la batalla. Este noble decidió que sus tropas atacarían por el flanco izquierdo, mientras las tropas del conde Hugo IV de Ampurias y los Caballeros Templarios atacarían directamente al campamento por el centro. El flanco derecho era inaccesible, ya que lo constituían tierras pantanosas de la albufera de Magaluf y el Puig de'n Saragossa.


Carga de la Caballería Templaria



CRUZ DE LOS MONTCADA EN RECUERDO DE SU VALENCIA Y POR LA "FE" CRISTIANA DE TODA EUROPA


Otro cronista nos cuenta que antes de comenzar la Batalla, el ejército musulmán se había desplegado por toda la sierra de Portopí (Hoy Sierra de Na Burquesa) a sabiendas de que los cristianos tendrían que cruzar por estas montañas en su camino hacia la Madina. Por la otra parte, horas antes de comenzar el enfrentamiento y conscientes del peligro que les acechaba, Guillermo de Montcada y Nuño Sánchez discutieron por la decisión de encabezar la vanguardia de las tropas, la cual terminó siendo dirigida por los Montcada. Sin embargo, estos se adentraron torpemente entre los musulmanes cayendo en una emboscada que los dejó completamente rodeados hasta que perdieron la vida combatiendo. Jaime I, que desconocía en ese momento la muerte de aquellos hombres, siguió su mismo camino, avanzando con el resto del ejército con intención de agruparse con ellos y participar juntos en la liza, hasta que tomó contacto con el enemigo en la sierra. Los cuerpos de los Montcada fueron encontrados desfigurados por las múltiples heridas que tenían y enviados a enterrar en riquísimos ataúdes al monasterio de Santes Creus, en el actual municipio de Aiguamurcia, en la provincia de Tarragona.
Según la crónica del historiador Bernat Desclot, las fuerzas cristianas dejaron mucho que desear, pues varias fueron las veces que tuvo que insistir el rey a sus hombres para que entrasen en combate, llegando incluso a amonestarles hasta en dos ocasiones, exclamando la frase que posteriormente pasó a la historia de forma popular; «Vergüenza caballeros, vergüenza». Finalmente, la superioridad militar de los cristianos consiguió que los musulmanes se retirasen, pero al solicitar los caballeros de Jaime I un alto para rendir homenaje a los nobles que habían fallecido, los dejaron huir hacia la medina donde terminaron refugiándose.
Al llegar la noche, el ejército de Jaime I se detuvo a descansar en la zona de la actual localidad de Bendinat, donde según la leyenda, comieron unas sopas con ajos. La tradición popular cuenta que, el rey, al terminar la cena, pronunció en legua D'oc u Occitano las palabras «bé hem dinat» (bien hemos comido) pudiendo así haberle dado nombre al lugar. La noticia de la muerte de los Montcada le fue dada a Jaime I por Berenguer de Palou y dos días después, el 14 de septiembre, fueron enviados a enterrar entre escenas de dolor y tristeza.
En el lugar donde fueron abatidos los Montcada, según cuenta la leyenda, se conservaba hasta 1914 un pino conocido como «el pino de los Montcada». En el siglo XIX, un grupo de poetas catalanes y franceses, entre los que se encontraba Jacinto Verdaguer, construyeron bajo el patrocinio del Archiduque Luis Salvador un monumento en conmemoración del acontecimiento en el lugar donde habían reposado sus cuerpos, el cual forma parte del Paseo Calviá en su recorrido por la cercanía de la actual localidad turística de Palmanova.
Tras esta gran batalla campal el camino hacia la capital de la isla se presentó libre de obstáculos para las tropas invasoras, momento en que se prepararon para dar el asalto final a la ciudad. 

Todavía hoy día puede seguirse la ruta entre la zona de la primera batalla campal y la zona de asentamiento en lo que hoy es "Sa Real" junto a la acequia que suministraba agua a la ciudad desde "Sa Font de Sa Vila" se llama "ES CAMI DES REIS" y desde Bendinat y al amparo de las faldas de la sierra de "Porto PI" pasa por los caseros de Genova (pasa por delante de su cementerio), Son Rapinya y Sa Vileta.

El asedio a Madina Mayurqa


Mapa en Época Musulmana, Ver "Sa Riera" en su cauce natural de "Ses Rambles y es born"



El dolor por la pérdida de los Montcada y la decisión del próximo emplazamiento del campamento, mantuvo al rey y a sus tropas ocupado durante los siguientes ocho días. 


A partir de ahí, avanzaron y acamparon al norte de la ciudad, entre la muralla y la zona conocida hoy día como «Sa Real», ordenando Jaime I que se montasen dos trabuquetes, una catapulta y un Mangonel turco con los que posteriormente comenzaron a bombardear la ciudad. 

El emplazamiento del campamento real fue escogido estratégicamente basándose en la cercanía a la acequia de agua de "LA FONT DE SA VILA" llamada "Font de Mallorques" que abastecía a la ciudad, pero lo suficientemente lejano de las ballestas y mangoneles musulmanes. Teniendo en mente lo que le ocurrió a su padre en Muret y presintiendo que el asedio se iba a alargar más de la cuenta, ordenó construir una empalizada alrededor del campamento que garantizase la seguridad de sus tropas.


La Batalla de Sa "Font de Mallorques"
(Ayn Al-amir)
LA BATALLA DEL AGUA


Está documentada en los siglos XI y XII en época musulmana, ya mencionada como Fuente de La Vila (Ayn Al-amir). Así, cuando Jaime I conquistó Mallorca el año 1229, ya existía una red de acequias y qanats que servían para distribuir el agua de las fuentes para el regadío de huertos y el abastecimiento de la ciudad. Después de diez siglos, la Fuente de La Vila aún representa una de las aportaciones básicas para el abastecimiento diario de agua a la ciudadanía. Sus caudales son constantes durante todo el año, y aporta una media anual del 69% del agua total aportada por las fuentes.

De nuevo se preparaba otro episodio de asedio al mas puro estilo medieval y el valor de las canalizaciones de agua que abastecían, ahora tanto a la Ciudad como a los ejércitos del Rey Jaime I tenían un valor incalculable.

Unos cinco mil peones y cien caballos al mando de FATIH ELLAH. Se hicieron fuertes en la Puig donde mana el más importante suministro de agua de las fuerzas atacantes cristianas "La Font de Mallorques" Hoy "Sa Font de Sa Vila" en musulman Ayn Al-amir que mediante un sofisticado sistema de acequias llegaba a la Ciudad pasando por el Campamento cristiano en "Sa Real" (Todavía existen restos de estas acequias de Ingeniería árabe en aquella zona) los musulmanes desviaron el curso del agua dejando al campamento cristiano sin el preciado bien. El Rey celebró consejo con sus nobles para resolver lo que debía hacerse  , pues sin agua no era posible mantener el asedio. Se dispuso que 300 caballeros al mando de Guerau de Cervelló y Ferrer de Sant Marti marchara al encuentro del enemigo a la citada "FONT de Mallorques". Los sarracenos se defendieron bien en aquella colina  y su lider FATIH-ELLAH murió en el combate y con el  más de 500 sarracenos. Los demás huyeron a las montañas. La expedición volvió al campamento una vez restablecido el cauce del agua con la cabeza del lider FATIH y lanzada después con la honda de de un almajaneque al interior de la Ciudad. Se ordeno a los sarracenos PALIERS (Hombres de Paz o cautivos) que fueran al lugar de la batalla para recoger las 412 cabezas de los moros muertos en combate que fueron lanzadas con trabuquetes dentro de la ciudad sitiada. 


Estando el ejército cristiano acampado frente a la medina, recibió la visita de un poderoso Jefe sarraceno de Mallorca,  acaudalado y bien considerado musulmán llamado Ben Abed que, presentándose ante el rey, le comunicó que se encontraba al mando de 800 aldeas musulmanas de los montes y que deseaban ofrecerle todo tipo de ayuda y rehenes con tal de mantenerse en paz con él, hecho que junto a los consejos sobre las prácticas de los sitiados, supuso a los cristianos un poderoso auxilio. Como primera prueba de sumisión, Abed le entregó a Jaime veinte caballerías cargadas de avena, así como cabritos y gallinas, mientras que el rey, le proporcionó uno de sus pendones a efectos de que sus mensajeros pudiesen presentarse ante las huestes cristianas sin ser atacados.


La respuesta de los sitiados no se hizo esperar y respondieron con catorce algarrabas y dos trabuquetes, pero ante el imparable avance de las tropas del rey, los moros ataron a varios prisioneros cristianos completamente desnudos en lo alto de las murallas para impedir así que éste los bombardease, al tiempo que los mismos exhortaban gritando a sus compatriotas que no cesasen de disparar. Escuchando Jaime I sus plegarias, en las que decían que con su muerte alcanzarían la gloria, los encomendó a dios y redobló las descargas que, al pasar por encima de las cabezas de estos, provocó que los musulmanes los devolviesen al calabozo viendo fallido el chantaje. 
Al verse los musulmanes perdidos ofrecieron varias negociaciones para tratar la rendición de Abu Yahya, a lo que el mismo Jaime I, a fin de cortar por lo sano, salvar vidas y recibir una ciudad intacta, era partidario de llegar a un acuerdo, pero los parientes de los Montcada y el obispo de Barcelona exigieron venganza y exterminio. Cuando Abú Yaha se retiró al no aceptar Jaime las condiciones, el valí aseguró que desde ese momento cada sarraceno valdría por dos. Ante semejante panorama, el rey se vio obligado a ceder a las pretensiones de sus aliados y continuar con la campaña que culminó con la toma de MADINA MAYURQA.

El avance de las caballerías Templarías debió
 ser aterrador para los sarracenos

La dificultad que entrañaba llevar a cabo un asedio a una ciudad amurallada solía convertir la estrategia en el cerco y esperar a que sus defensores sufriesen las consecuencias de la sed y el hambre, pero debido a las condiciones climatológicas de la isla durante esta época del año y la baja moral y cansancio de las tropas de Jaime I, llevaron al rey a no desistir en su empeño por derribar los muros y asaltar las torres para terminar cuanto antes la empresa. Entre las distintas máquinas que solían usarse en la época se encontraban los castillos de madera, los tejidos de zarzo, los bozones, las ballestas de torno y los trabuquetes.
Tras duros combates que se prolongaron durante meses de asedio, los cristianos fueron abriendo brechas, derribando muros y torres de defensa. La dureza del asedio fue tal, que cuando los cristianos abrían una brecha en una de las murallas, los musulmanes levantaban otro muro de cal y de piedra detrás para taparla.
Según se desprende de un fresco conservado en el museo de arte catalán, una de las armas musulmanas usadas ampliamente desde las murallas, consistía en el fustíbalo, arma similar a una honda cuyos lazos iban atados a una vara de madera.
Una de las principales estrategias del ataque cristiano consistió en llevar a cabo una pugna subterránea a base de minas para socavar las murallas, pero el contraataque musulmán respondía con contraminas. Por fin, el 31 de diciembre de 1229, las tropas cristianas se concentran  en la explanada existente entre el campamento cristiano y las murallas de la Ciudad cuando ya empezaba a clarear el nuevo día. 

La Primera Orden del Rey en "Occitano"
¡Via barons, pensats d'anar en nom de Nostre Senyor Déus!

Pero nadie se movió, ni peones ni caballeros. El Rey dio la misma Orden por segunda vez con igual resultado negativo. Una gran Angustia se apodero del Rey, quien levanto los ojos al cielo implorando a la Virgen María que les infundiera fortaleza.

Por tercera vez repitió el Rey su Orden y  las tropas se pusieron en marcha al grito de ¡SANTA MARÍA, SANTA MARÍA!. La leyenda dice que vieron entre otros, el mismo Wali, y otros, tanto moros como cristianos, entrar primero a un caballero vestido de blanco con armas blancas y pensaron que podía ser San Jorge. SIN DUDA SE TRATO DE UN CABALLERO TEMPLARIO QUE PARTICIPARON EN LA BATALLA.


El momento inicial ocurrió cuando una cuadrilla de seis soldados consiguió colocar un pendón real en lo alto de una de las torres de la ciudad y comenzó a hacerle señales al resto del ejército para que los siguiesen, al tiempo que gritaban «adentro, adentro, que todo es nuestro!» El soldado que se adelantó al resto de la tropa enarbolando el estandarte de la corona de Aragón sobre aquella torre y animó a otros cinco a seguirle, se llamaba Arnaldo Sorell (Posiblemente Almogavar siempre en primera linea) y fue posteriormente nombrado caballero por Jaime I en recompensa por la valentía de su hazaña.




El Wali de Mallorca defendía su Ciudad montado en su caballo blanco y enardecía a sus hombres, gritando ¡Resistid!. Los sarracenos formaban una masa compacta y muy armada. Había tantas lanzas y espadas sarracenas que los caballeros cristianos no podían forzar el asalto. 

El cronista Pedro Marsilio, por orden del segundo hijo de Jaime I, el rey Jaime II y cuyo manuscrito se encuentra en la catedral de Palma, relató en su crónica que el Rey, que había observado cierta indecisión en el ataque  y hasta incluso un ligero retroceso, pronuncio su famosa frase de 

¡Vergonya Cavallers!

Entonces unos 50 caballeros Templarios lanzaron sus caballos contra la barrera de los sarracenos en nombre de Dios, mientras en voz alta gritaban; «ayúdanos Santa María, Madre de nuestro señor» y repitiendo las palabras del Rey ¡Vergonya Cavallers! al tiempo que espolearon sus caballos embistiendo y arrollando con ímpetu a los sarracenos que habían quedado en la medina, mientras miles de ellos huían por las puertas traseras de la ciudad.


La entrada triunfal de Jaime a la medina se produjo por la puerta principal de la ciudad, denominada en árabe «Bab al-Kofol» o «Bab al-Kahl» y localmente «Porta de sa Conquesta», de «Santa Margalida», del «Esvaïdor» o «Porta Pintada». De ella se conserva una placa conmemorativa, pues fue demolida en 1912, años después de hacerlo también con la muralla. En el museo diocesano de Mallorca, se aprecia una imagen medieval con una escena de la lucha en el retablo de San Jorge elaborado por el pintor de estilo flamenco Pedro Nisart.


Lienzo de Fausto Morell representando la entrada a MADINA MAYURQA del Rey el 31 de diciembre de 1229 por la puerta de Bad al-Kofol, conocida después por Porta de la Conquista, del Esvaidor, de la Reconada y de santa Margarita. El Rey avanza sobre caballo blanco entre sus soldados, a los que infunde coraje con su ejemplo.



Llegada del REY al Palacio de la Almudaina

Una vez tomada la ciudad, los cristianos apresaron a Abú Yahya y lo torturaron durante mes y medio para que les confesase el lugar donde había escondido los tesoros acumulados de la piratería, llegando incluso a cortarle el cuello a su hijo de 16 años en su presencia, mientras que su otro hijo, se convirtió al cristianismo para salvar su vida. 
Finalmente, el valí fue torturado hasta que murió, aunque jamás reveló dónde escondía sus riquezas. Al mismo tiempo, incendiaron la medina y pasaron a cuchillo a la población que no había logrado huir por la puerta norte y había quedado rezagada entre las casas, aunque algunos pocos se hicieron cristianos para salvar sus vidas. La matanza fue tan grande que los miles de cadáveres no pudieron ser enterrados, por lo que poco después las tropas fueron diezmadas por una epidemia de producida por la putrefacción de los cuerpos.
Según la crónica de Jaime I, aunque al parecer es información literaria acorde al ambiente épico de la campaña, resultaron muertos 20 000 musulmanes, mientras otros 30 000 abandonaron la ciudad sin ser advertidos. Por otro lado, en la sierra de Tramuntana y la comarca de Artá, habían conseguido refugiarse unas 20 000 personas entre civiles y hombres armados que, finalmente fueron capturados.

Sin duda la aportación templaria fue muy grande y hay autores que recogen cifras de 500 caballerías. Las tropas de élite del Rey Jaime I no solo intervenían en las batallas y escaramuzas sino que imponían el orden militar en caso necesario.  Me atrevo a decir que era la guardia personal del Rey.






ARTÍCULO APARECIDO EN LA REVISTA LA ESPIRAL DEL CONOCIMIENTO Nº 7, MAYO-JUNIO DE 2006.



ANALIZANDO EL REPARTO DE LAS TIERRAS  (A la Orden le correspondió la QUINTA PARTE DEL TERRITORIO) Y DEMÁS BOTINES DE GUERRA QUE LE TOCO A LA ORDEN DEL TEMPLO DE JERUSALEN SE PUEDE DEDUCIR QUE LA APORTACIÓN A LA BATALLA DEBIÓ SER MUY ALTA.



El santuario del Lluc, con el culto a una imagen coronada en 1884 como reina y patrona de Mallorca, es uno de los lugares más interesantes de la geografía templaria de la isla. Allí arriba, después de haber atravesado un territorio de viejos olivos, el viajero descubre un enclave místico, donde los magos templarios implantaron el culto mariano en Mallorca a través de una imagen conocida también como la Moreneta (morena), de 61 centímetros de altura. Según la tradición, fue hallada por un pastor y ermitaño en 1240 en el interior de una gruta. En su tocado se lee: «Nigra sed formosa sum». El Niño reposa en el brazo izquierdo portando un libro abierto, como animando a descubrir las esencias de los saberes gnósticos. A ella están vinculados otros cultos en esta misma iglesia (Ana, san Bernardo, María Magdalena, san Juan Bautista, etc.), que igualmente forman parte del cosmos espiritual del Temple.



Es importante recordar que toda la zona en donde se alza este santuario está preñada de montañas sagradas, grutas que sirvieron de marco de celebración de ancestrales cultos paganos y que presentan innumerables construcciones megalíticas, y calzadas que, más que para enlazar poblaciones, marcarían el supuesto tránsito de líneas energéticas que enlazaban enclaves sagrados.

Uno de estos enclaves es, sin duda, la villa de Pollença, que se corresponde con una importante posesión templaria, recibida por el Temple en 1230, tras la conquista cristiana. Se sabe que desde Sóller y Alcúdia, poblaciones que "delimitan" los límites de la sierra de Tramontana, los templarios tuvieron 22 alquerías. Una de ellas fue la de Pollença, pero dejemos que sea el erudito Juan García Atienza quien nos describa el lugar: «Camino de La Alcudia, una senda remonta la ladera del montecillo llamado el Puig Son Vila, hacia la masía de Sa Torre. A poca distancia, nos encontramos con los restos bastante bien conservados, de un talayot (construcción megalítica) que todo el mundo conoce como el Fort dels Templers, que pudo servir de torre de vigilancia de los freires».

LA GRUTA DE SAN MARTÍ

Lamentablemente, de aquel recinto solo quedan algunos fragmentos de columnas, pero sin embargo, es la referencia para alcanzar la meta que buscarán afanosamente nuestros lectores: la cueva de Sant Martí, en las entrañas del Puig de Sant Martí, ya en el municipio de Alcudia.

La gruta de Sant Martí es un lugar que sorprende, pues su disposición no es horizontal, sino vertical, como si un tubo volcánico emergiera de las entrañas de la tierra. En las paredes laterales se abren las dependencias de unos espacios excavados por los templarios en la roca viva, con el objeto de que sus oficiantes, en el más absoluto silencio e intimidad, pudiesen llevar a cabo sus ritos bajo una luz cenital que entra por el agujero superior a modo de chimenea natural. Dentro de este enigmático enclave no faltan grafitos, igualmente templarios, cuyo significado aún no se ha podido descifrar. Algunos están relacionados con el mar (la costa está a pocos metros del lugar), y no sería nada extraño que, en su día, los templarios lograran alcanzar la costa alargando las excavaciones subterráneas de esta gruta.

Dentro de Pollença aún se conservan numerosos testimonios legados por los templarios. Uno de ellos es la casa donde fijó su residencia el lugarteniente de la Orden, ubicada en la esquina entre las calles Colón y del Temple, muy transformada en nuestros días. También fueron templarias la casa de s’Aigua y la de s’Ombra. Todo ese arrabal perteneció a los caballeros de la cruz paté. A pocos metros se encuentra la iglesia de Santa Maria dels Àngels, que fue el convento templario de la localidad. También fue del Temple el calvario, enclavado en el llamado Puig del Temple, cuyo camino de subida constituye un viaje al más profundo recogimiento.

La isla de Mallorca, por lo tanto, gracias a su estratégica ubicación, fue el escenario de singulares gestas, donde los caballeros templarios escribieron momentos de gran belleza socio-cultural, que debemos rescatar de la historia no oficial.




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