José Echegaray y Eizaguirre
Primer PREMIO NOBEL ESPAÑOL
Ingeniero de Caminos, canales y Puertos
José Echegaray y Eizaguirre (1832 – 1916) fue un ingeniero, dramaturgo, político y matemático español.
Fue un polifacético personaje de la España de finales del siglo XIX, con excelentes resultados en todas las áreas en las que se involucró. Obtuvo el Premio Nobel de Literatura en 1904, y desarrolló varios proyectos en ejercicio de las carteras ministeriales de Hacienda y Fomento. Realizó importantes aportaciones a las matemáticas y a la física. Introdujo en España la geometría de Chasles, la teoría de Galois, las funciones elípticas. Está considerado como el más grande matemático español del siglo XIX.
En 1904, Echegaray compartió el Premio Nobel de Literatura con el poeta provenzal Frédéric Mistral, convirtiéndose así en el primer español en recibir un premio Nobel. El premio le fue entregado en Madrid, el 18 de marzo de 1905 por el Rey y la comisión sueca organizadora. La concesión del Nobel de Literatura escandalizó a las vanguardias literarias españolas y, en particular, a los escritores de la Generación del 98.
«Para la matemática española, el siglo XIX comienza en 1865 y comienza con Echegaray».
Ingeniero, escritor y político español. Se graduó con el número uno de su promoción en la Escuela de Ingenieros de Caminos de Madrid, en la que entró como profesor. Sus ideas políticas y económicas liberales le llevaron a participar en la Sociedad Libre de Economía Política en defensa de las ideas librecambistas.
Fue uno de los fundadores del Banco de España. Fue diputado por Asturias y en 1905 ministro de Economía. Cuando en 1867 publicó La hija natural no tuvo mucho éxito y quedó en la sombra hasta publicar en 1877 Para tal culpa tal pena. La última noche, obra de teatro escrita 1867, fue producida en 1875, pero para entonces ya había comenzado a tener éxito con la representación de El libro talonario, en el Teatro Apolo, en 1874. Esta obra la escribió durante la época en la que estuvo exiliado en París. El mismo año, pero un poco más tarde, presentó La esposa del vengador, obra que fue muy bien acogida por el público, a pesar de que tenía algunas exageraciones junto a la buena escenografía.
A partir de 1874 escribió muchas obras de teatro, algunas exitosas y otras no tanto. Entre las más exitosas se encuentran El puño de la espada (1875), O locura o santidad (1877), traducida al sueco y al italiano y En el seno de la muerte (1879), perfectamente traducida al alemán por Fastenrath. Comenzó a introducirse en temas de contenido social por influencia de la obra del dramaturgo noruego Henrik Ibsen. El gran Galeoto (1881), probablemente la obra más completa de Echegaray, ha sido traducida a muchas lenguas y todavía se representa. En 1894 lo nombraron miembro de la Real Academia Española de la Lengua y en 1904, obtuvo el premio Nobel de Literatura junto a Frédéric Mistral. Ese mismo año fue responsable de la Hacienda Española por un tiempo.
A pesar de la buena acogida que tuvieron sus obras por parte del público, los jóvenes intelectuales y escritores de su época, pertenecientes a la generación del 98, lo criticaban tachando sus obras de melodramas artificiales y llenos de excesos. Se ha dicho que aplicaba la matemática al teatro, porque creaba y organizaba sus obras con gran cuidado, utilizando rigurosamente las técnicas teatrales y preocupándose especialmente por los personajes protagonistas y, además, mostrando gran imaginación; en cambio a la hora de definir los personajes e imaginar situaciones, sin embargo, no es tan bueno. Alterna verso y prosa. Su dificultad para decantarse por alguna de ellas se explica quizá porque ninguna de las dos es brillante. Quizás estas debilidades han sido la razón de que no haya perdurado su fama. Murió en Madrid en 1916.
Fue uno de los fundadores del Banco de España. Fue diputado por Asturias y en 1905 ministro de Economía. Cuando en 1867 publicó La hija natural no tuvo mucho éxito y quedó en la sombra hasta publicar en 1877 Para tal culpa tal pena. La última noche, obra de teatro escrita 1867, fue producida en 1875, pero para entonces ya había comenzado a tener éxito con la representación de El libro talonario, en el Teatro Apolo, en 1874. Esta obra la escribió durante la época en la que estuvo exiliado en París. El mismo año, pero un poco más tarde, presentó La esposa del vengador, obra que fue muy bien acogida por el público, a pesar de que tenía algunas exageraciones junto a la buena escenografía.
A partir de 1874 escribió muchas obras de teatro, algunas exitosas y otras no tanto. Entre las más exitosas se encuentran El puño de la espada (1875), O locura o santidad (1877), traducida al sueco y al italiano y En el seno de la muerte (1879), perfectamente traducida al alemán por Fastenrath. Comenzó a introducirse en temas de contenido social por influencia de la obra del dramaturgo noruego Henrik Ibsen. El gran Galeoto (1881), probablemente la obra más completa de Echegaray, ha sido traducida a muchas lenguas y todavía se representa. En 1894 lo nombraron miembro de la Real Academia Española de la Lengua y en 1904, obtuvo el premio Nobel de Literatura junto a Frédéric Mistral. Ese mismo año fue responsable de la Hacienda Española por un tiempo.
A pesar de la buena acogida que tuvieron sus obras por parte del público, los jóvenes intelectuales y escritores de su época, pertenecientes a la generación del 98, lo criticaban tachando sus obras de melodramas artificiales y llenos de excesos. Se ha dicho que aplicaba la matemática al teatro, porque creaba y organizaba sus obras con gran cuidado, utilizando rigurosamente las técnicas teatrales y preocupándose especialmente por los personajes protagonistas y, además, mostrando gran imaginación; en cambio a la hora de definir los personajes e imaginar situaciones, sin embargo, no es tan bueno. Alterna verso y prosa. Su dificultad para decantarse por alguna de ellas se explica quizá porque ninguna de las dos es brillante. Quizás estas debilidades han sido la razón de que no haya perdurado su fama. Murió en Madrid en 1916.
Profesor y científico
En 1854 comenzó a dar clase en la Escuela de Ingenieros de Caminos haciéndose cargo de la secretaría de la misma.
Allí dio clases de matemáticas, estereotomía, hidráulica, geometría descriptiva, cálculo diferencial y física desde ese
año hasta 1868. De 1858 a 1860 también fue profesor de la Escuela de Ayudantes de Obras Públicas.
Diez años más tarde, cuando contaba 32 años de edad, fue elegido miembro de la Real Academia de las Ciencias
Exactas. El discurso de ingreso, titulado Historia de las matemáticas puras en nuestra España, en el que hace un
balance, exageradamente negativo y con determinadas lagunas, de la matemática española a través de la historia y en
el que defiende la «ciencia básica» frente a la «ciencia práctica», fue fuente de una gran polémica, tal como indican los periodistas Luis Antón del Olmet y Arturo García Carraffa en su libro Echegaray:
....y como el discurso resultara áspero, crudo y hasta agresivo, produjo, a pesar de las felicitaciones y elogios de rúbrica, pésimo efecto en algunos centros y colectividades... Muchos periódicos combatieron su discurso. Los revolucionarios atacaron sus tendencias liberales; los liberales le acusaron de maltratar a la Ciencia Española y la polémica fue ruda porque D. José contestó a todos en el mismo tono que había empleado en su discurso.
Obra científica
En su carrera como científico y profesor publicó muchas obras sobre física y matemáticas. Algunas de ellas, publicadas en su primera etapa, son las siguientes (si bien Echegaray estuvo escribiendo hasta el final de sus días):
• Cálculo de variaciones (1858), que era casi desconocido en España.
• Problemas de geometría plana (Madrid, Bailly-Baillere, 1865).
• Problemas de geometría analítica (1865), calificada de obra maestra por Zoel García de Galdeano.
• Teorías modernas de la física (1867).
• Introducción a la geometría superior (1867), exponiendo la geometría de Michel Chasles.
• Memoria sobre la teoría de los determinantes (1868), primera obra en España sobre el tema.
• Tratado elemental de termodinámica (1868), breve ensayo sobre una ciencia que estaba naciendo entonces.
• Resolución de ecuaciones y teoría de Galois: lecciones explicadas en el Ateneo de Madrid (Madrid, J.A. García,
1897).