lunes, 17 de octubre de 2016

Gottfried Wilhelm Leibniz (CONCEPTO DE ENERGIA)




Gottfried Wilhelm Leibniz



 

 

(Gottfried Wilhelm von Leibniz; Leipzig, actual Alemania, 1646 - Hannover, id., 1716) Filósofo y matemático alemán. Su padre, profesor de filosofía moral en la Universidad de Leipzig, falleció cuando Leibniz contaba seis años. Capaz de escribir poemas en latín a los ocho años, a los doce empezó a interesarse por la lógica aristotélica a través del estudio de la filosofía escolástica.

En 1661 ingresó en la universidad de su ciudad natal para estudiar leyes, y dos años después se trasladó a la Universidad de Jena, donde estudió matemáticas con E. Weigel. En 1666, la Universidad de Leipzig rechazó, a causa de su juventud, concederle el título de doctor, que Leibniz obtuvo sin embargo en Altdorf; tras rechazar el ofrecimiento que allí se le hizo de una cátedra, en 1667 entró al servicio del arzobispo elector de Maguncia como diplomático, y en los años siguientes desplegó una intensa actividad en los círculos cortesanos y eclesiásticos.

¡El concepto de ENERGÍA!


El concepto de energía surgió de la idea de la  vis viva (fuerza viva), que Leibniz define como el producto de la masa de un objeto y su velocidad al cuadrado; el creía que el total de la vis viva (fuerza viva) se conservaba. Para demostrar la desaceleración debido a la fricción, Leibniz afirmó que el calor consistía en el movimiento aleatorio de las partes constituyentes de la materia - una opinión compartida por  Isaac Newton, aunque pasaría más de un siglo para que esto fuese generalmente aceptado.





La vis viva (en latín, que significa 'violencia' o 'fuerza viva') fue una teoría científica obsoleta que sirvió como una primitiva y limitada formulación del principio de conservación de la energía. Fue la primera descripción (conocida) de lo que ahora se llama energía cinética o de la energía relacionada con los movimientos sensibles.

Propuesta por Gottfried Leibniz en el período 1676-1689, la teoría fue polémica, ya que parecía oponerse a la teoría de la conservación del momento propugnada por sir Isaac Newton y René Descartes. Las dos teorías ahora se entiende que son complementarias.

Esta teoría fue finalmente incorporada en la teoría moderna de la energía aunque el término aún sobrevive en el contexto de la mecánica celeste a través de la ecuación de la fuerza viva.

El nombre de fuerza viva se conserva por razones históricas. Fue asignado por Leibniz a aquellas fuerzas que producen movimiento, en contraposición a las que él llamaba fuerzas muertas, que no dan lugar a movimiento alguno (por ejemplo, el peso de un cuerpo situado sobre un tablero horizontal). Leibniz la definió como mv2, siendo m la masa que una partícula se está moviendo con una velocidad v, esto es, el duplo de lo que ahora se llama la energía cinética del sistema. El término ½mv2, que se reconoce como la mitad de la vis viva, aparece tan a menudo en las expresiones de la física que, desde hace ya más de un siglo, se estimó conveniente considerarlo como una magnitud física importante, a la que se le dio el nombre de energía cinética.


El trabajo efectuado sobre una partícula es igual a la variación que experimenta su energía cinética.



que constituye la expresión del llamado teorema de las fuerzas vivas o de la energía cinética.


El teorema de las fuerzas vivas, o teorema del trabajo y de la energía cinética como se le conoce actualmente, es de validez general, cualquiera que sea la naturaleza de la fuerza o fuerzas (conservativas o no conservativas) que obren sobre la partícula.


 









Frente a la física cartesiana de la extensión, Leibniz defendió una física de la energía, ya que ésta es la que hace posible el movimiento. Los elementos últimos que componen la realidad son las mónadas, puntos inextensos de naturaleza espiritual, con capacidad de percepción y actividad, que, aun siendo simples, poseen múltiples atributos; cada una de ellas recibe su principio activo y cognoscitivo de Dios, quien en el acto de la creación estableció una armonía entre todas las mónadas. Esta armonía preestablecida se manifiesta en la relación causal entre fenómenos, así como en la concordancia entre el pensamiento racional y las leyes que rigen la naturaleza.

Las contribuciones de Leibniz en el campo del cálculo infinitesimal, efectuadas con independencia de los trabajos de Newton, así como en el ámbito del análisis combinatorio, fueron de enorme valor. Introdujo la notación actualmente utilizada en el cálculo diferencial e integral. Los trabajos que inició en su juventud, la búsqueda de un lenguaje perfecto que reformara toda la ciencia y permitiese convertir la lógica en un cálculo, acabaron por desempeñar un papel decisivo en la fundación de la moderna lógica simbólica.




CALCULO INFINITESIMAL









LAS PRIMERAS MAQUINAS CALCULADORAS







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