LAS ISLAS DE LOS MAESTROS DE LAS HONDAS (MALLORCA Y MENORCA)
Sin lugar a dudas la cultura Talayotica de las BALEARES (Islas de Mallorca y Menorca), ya que en las Pitiusas (Ibiza y Formentera) no se dio esta cultura, por lo menos de forma tan floreciente, engendró una serie de núcleos tribales que debieron combatir entre ellos de forma violenta. Por supuesto que en los casos de invasiones extrajeras que podemos pensar en Egipcios, Fenicios, Griegos, Cartagineses (Es posible que Aníbal naciera en Menorca e incluso que el nombre de Mahón derivase del nombre del hermano mayor de Aníbal). Los distintos grupos tribales se unieran para luchar juntos contra el invasor. Incluso hay teorías que relacionan a los primeros Baleáricos como TROYANOS llegados con sus embarcaciones después de la derrota ante los griegos.
La primera INTERVENCIÓN CONOCIDA como Mercenarios de la que tenemos constancia es su participación en Sicilia, en el marco de la guerra greco-púnica, en el 406 a.C. Después participaron en Las guerras púnicas del lado cartaginenses bajo las ordenes de Amílcar, Asdrúbal y finalmente de Aníbal. Así participando en todas las batalla de Aníbal en la Península Itálica como en Cannas, la mayor derrota militar que sufrió Roma en su historia (216 a.C.) y en la definitiva derrota de de las tropas cartaginesas en la llanada de Zama (202 a.C.), que puso fin a la II Guerra púnica y a la postre el final de la supremacía cartaginesa. Algunos historiadores sostienen que en la llanada de ZAMA se encontraron Honderos Baleáricos en los dos ejércitos (Aníbal y Escipión el Africano).
BATALLA DE ZAMA
Cinemática Documental.
La Segunda Guerra Púnica
Los proyectiles de piedra, cerámica o plomo (que se intercambiaban con los Fenicios por Vino y/o Aceite de Oliva) y de una máximo de 200 gramos, que escogían por su forma buscando siempre que fueran lo más aerodinámicas posibles. Cada guerrero portaba 3 hondas, situadas en la cabeza, cinturón y mano. Eran capaces de lanzar proyectiles a 100 metros de distancia y destrozaban escudos, yelmos y corazas con tal facilidad que, contaban en la época, parecía que los proyectiles eran lanzados desde catapultas.
HONDEROS EN LA BATALLA DE ZAMA
En ningún momento se trato de tropas auxiliares como recientemente se menciona en algún trabajo. Siempre el abrir un combate conlleva una gran responsabilidad ya que debe cumplir con dos cometidos. Uno de efectividad letal contra las primeras líneas y otra de desmoralización del enemigo al ver aparecer de la nada unos soldados desnudos con una precisión de tiro endiablado con las conocidas en todo el mediterráneo como HONDAS, todo ello en medio de un griterío de combate mortal ya solo por sus decibelios, y tal como aparecen desaparecen debido a su ligereza de impedimenta militar rápido a municionar sus zurrones otra vez de plomo o piedras cautelosamente elegidas en los mejores aluviales del mediterráneo.
Cesar en las Galias utilizó HONDEROS BALEARICOS que diezmaban las primeras líneas enemigas con balas de plomo con un mensaje grabados en ellas "CESAR EMPERADOR". Invento la propaganda militar de los brazos de los HONDEROS.
Sabemos que la mayoría de HONDEROS cobraban su trabajo de Mercenarios en VINO y MUJERES. Desde mi parecer, sin ninguna prueba científica, las mujeres podrían haber cumplido su papel en el retorno del mercenario a las Islas ¡Si volvía claro!, por alguna razón creo que en aquella época nacían mas machos que hembras en las Islas.
The Balearic Slingers
DOCUMENTARY
EN ESTOS TIEMPOS SIN DUDA RAFA NADAL ES EL EXPONENTE MAS PURO DE LOS HONDEROS DE MALLORCA Y MENORCA
EL BRAZO DE UN HONDERO MALLORQUIN
La destreza de estos guerreros con la honda se debía a que, ya desde niños, sus padres les adestraban a fondo en el manejo del arma. Uno de los primeros juguetes de los niños baleares era precisamente una honda. Se dice que cuando empezaban a familiarizarse con el objeto, las madres colocaban un pedazo de pan sobre una estaca y, hasta que los jóvenes aprendices no lo tiraban al suelo con la honda, no podían comérselo. Licofrón de Calcis decía: “[…]Y las madres señalaron a sus hijos más pequeños, en ayuno, el arte de tirar; ya que ninguno de ellos probará el pan con la boca si antes, con piedra precisa, no acierta un pedazo puesto sobre un palo como blanco[…]”
Un detalle poco conocido es que cada hombre utilizaba tres hondas de distinta longitud y tamaño, para lanzar proyectiles a corta, media y larga distancia. Los guerreros se ataban las hondas alrededor de la frente, como si fueran diademas para tenerlas siempre encima. Las hondas se elaboraban con fibra vegetal trenzada, sobre todo de lino o esparto o bien se fabricaban con crin de caballo o nervios y tripas entrelazadas de algún animal.
Se ha podido confirmar la eficacia de la honda a partir del 123 a.C., durante la conquista de la Baleares por Quinto Cecilio Metelo. Cuando la flota romana bordeaba las islas en busca de puntos de desembarco adecuados, Metelo se vio obligado a ordenar a sus hombres que extendieran pantallas hechas de pieles de animales en los costados de sus embarcaciones para protegerles de los proyectiles lanzados desde la costa.
San Luis Bertrán, apóstol valenciano de los dos mundos
San Luis Bertrán (1526 - 1581) fue un dominico valenciano misionero y predicador popular y reconocido como patrón de Colombia. Debido a su formación y buena cualidades fue un gran formador de religiosos preparándoles tanto intelectualmente como espiritualmente, además de referente de toda una escuela de espiritualidad.
¡Abrasa, corta y castiga aquí, Señor para que me perdones para siempre
APOSTOL DOMINICO
San Luis Bertrán nace el 1 de enero de 1526 en Valencia. Sus padres, Luis y Juana, eran nobles y piadosos. Tenia 16 años cuando abandona su hogar y peregrina al sepulcro del Apóstol en Santiago de Compostela. A su regreso intenta ingresar en el Noviciado de los Dominicos de su ciudad natal pero, debido a la negativa de sus padres, se le demora el ingreso. Decidido en su propósito asiste, de incógnito, a las reuniones conventuales para escuchar las pláticas del Superior.
Con 18 años, el 22 de agosto de 1544, recibe el hábito dominicano. Es tan llamativa su entrega y generosidad por vivir el ideal de Santo Domingo de Guzmán que pronto destaca por sus penitencias y austeridades, por el recogimiento en sus dilatadas horas ante el Santísimo Sacramento de la Eucaristía y por la transparencia de su vida.
Tres años más tarde, en 1547, es ordenado sacerdote y destinado al recién fundado Convento de Santa Cruz de LLonbay. En 1.549 muere su padre y es destinado a Valencia y nombrado Maestro de Novicios y de Estudiantes porque todos consideraban a Luis Bertrán como la encarnación viviente del ideal dominicano. Valencia es presa de una peste maligna, los religiosos son repartidos y el P. Luis marcha al Convento de Santa Ana en Albaida.
El 14 de febrero de 1562 parte rumbo al Nueva Granada, la actual Colombia. A lo largo de 7 años es un misionero infatigable que cautiva con el ejemplo de su vida: en más de una ocasión, con peligros y pese a su quebradiza salud, su entrega, penalidades y tribulaciones.
Su campo de misión hay que situarlo en tierra adentro, más allá de Cartagena de Indias, en el área montañosa de Santa Marta y, más en concreto, en torno a Tubará. Su vida ejemplar y su fidelidad al Evangelio chocan con la ambición y con los abusos de los encomenderos cuya vida era ganar y ganar pasando por encima de las personas y de sus elementales derechos.
Es elegido Prior del Convento de Santa Cruz de Bogotá. Después de consultar con su hermano de Orden y gran figura de la evangelización de América, Fray Bartolomé de las Casas, regresa a España en 1.569.
Al año siguiente es elegido Prior del Convento de San Onofre de Museros. Al terminar su trienio, los superiores le vuelven a encargar la formación del Noviciado. Permanece al frente hasta el 15 de mayo de 1.575 en que es elegido Prior del Convento de Valencia. Concluido el período, una vez más, los superiores vuelven a nombrarle Maestro de Novicios.
San Luis Bertrán alcanza fama de santidad y de hombre de Dios en todas las clases sociales. Mantuvo correspondencia con Santa Teresa de Jesús y con San Juan de Ribera, Arzobispo de Valencia. Después de larga y penosa enfermedad muere en su ciudad natal el 9 de octubre de 1581. Tenia 55 años de edad.
Fue beatificado por Pablo V el 19 de julio de 1608 y 63 años más tarde, el 12 de abril de 1671 es canonizado por el Papa Clemente X.