jueves, 7 de febrero de 2019

EL CARNICERO DE ALBACETE ( André Marty "UN COMUNISTA FRANCES" )




André Marty

Inspector general de las Brigadas Internacionales (BI)

¡EL CARNICERO DE ALBACETE!







André Marty, el conocido como “carnicero de Albacete”, era un comunista francés que fue nombrado por Stalin inspector general de las Brigadas Internacionales (BI) y responsable de su cuartel general en la localidad castellanomanchega de Albacete. Marty fue uno de los responsables de la brutal represión a la que fueron sometidos los voluntarios de las BI por diferentes causas. Su vida, que tan solamente valía 75 céntimos para Marty, podía acabar entre torturas y asesinatos si osaban dudar de la disciplina comunista dentro del cuerpo, si solicitaban la devolución de su pasaporte o si reclamaban algún permiso concedido y no disfrutado y, por supuesto, la negativa a reengancharse tras cumplirse los seis meses que duraba su voluntariado era causa de sentencia automática de muerte. En cualquier caso, el responsable máximo de la represión sobre los interbrigadistas, como gustaban en definirse, lo tenía claro: ‘La vida de un hombre vale 75 céntimos, el precio de un cartucho’.





El propio Marty reconoció haber ordenado la muerte de casi 500 brigadistas a su cargo en Albacete. El reconocimiento lo hace en una carta enviada por el francés que se encontró en los archivos de la KGB tras la caída del muro de Berlín. En la carta decía, textualmente: “no he dudado en ordenar las ejecuciones necesarias. Esas ejecuciones, en cuanto han sido dispuestas por mí no pasan de quinientas, todas ellas fundadas en la calidad criminal de los condenados”. En su misiva obvia las, al menos, cuatro ejecuciones –dos tenientes y dos sargentos-, que asesinó en presencia de la tropa en el aeródromo de Albacete para dar un escarmiento público a quien quisiera abandonar las Brigadas.


BRIGADISTAS INTERNACIONALES VENCIDOS POR DENTRO Y POR FUERA.

¡Que Dios les PERDONE!

¡YO NO PUEDO DESDE LUEGO!









Pero no fue el francés, que volvió a su país tras la guerra donde fue diputado comunista hasta un año antes de su muerte en 1956, el único criminal que asesinó u ordenó asesinar a camaradas por su “desafección al comunismo”. Son dos docenas de dirigentes comunistas los que cometieron crímenes similares: Josip Broz “Tito”, Alexander Orlov, Erno Gerö, Emilio Kléber, Karol Swierczewky, Richard Staimer, Walter Ulbricht, Enrich Mielke, Zimbaluek, Otto Flatter, Georg Scheyer, Marcel Lantez, Vital Gayman, Martino Martini, Richard Ruegger, Vicenzo Bianco, Vittorio Vidali, Emilio Suardi, Alfred Herz o George Mink, Herman o Alexander Petrovich Ulanovsky, Palmiro Togliatti, Luigi Longo, Emil Copic, Vladimir Copic, Rudolf Frei, Moritz Bressler y Wilhelm Zeisser.




miércoles, 6 de febrero de 2019

Exterminar a las “hembras de los señoritos” (MARGARITA NELKEN MANSBERGER UNA MILICIANA DE LAS DE STALIN)






Exterminar a las “hembras de los señoritos”

Margarita Nelken Mansberger
DIPUTADA e H.D.L.G.P


Fue una escritora y política nacida en 1896 en Madrid, fallecida en México en 1968.
 
Hija de una francesa y de un joyero español, ambos descendientes de judíos alemanes, su abuelo materno había llegado a la capital en 1889 como relojero de Palacio y poseía una relojería y joyería en Puerta del Sol. Margarita recibió una educación esmerada que se tradujo en tempranas inclinaciones hacia la pintura, las letras y la música. Hablaba francés y alemán y se le debe la primera traducción de Kafka al español.
 
Todo lo abandonó en plena juventud para dedicarse al activismo político y social.
 
En los primeros meses de 1931, ingresó en el PSOE y participó, como candidata de la Agrupación Socialista de Badajoz, en las elecciones parciales de octubre de 1931. Resultó elegida entonces y también en noviembre de 1933, —primeras en las que al votar las mujeres, dieron el triunfo a las derechas— y febrero de 1936.




Exterminar a las “hembras de los señoritos”

Así definía su pensamiento sobre “las hembras de los señoritos”:
 
Allí las tenéis, en los atardeceres sevillanos, paseando con algazara por calle de Tetuán con sus estampitas del Sagrado Corazón y sus lacitos bicolores al pecho.
 
Se dicen católicas y monárquicas. Vitorean a España y a Cristo Rey, y en su representación máxima, al ex general Queipo de Llano. Porque la máxima  representación de su España y de su religión es un oficial traidor, sádico y
borracho. [...] Allí las tenéis. Sin equivocarnos podríamos citarlas una por una como las enumera el pueblo sevillano, el verdadero pueblo de Sevilla, en esa lista grabada en su memoria y cuya cuenta habrá de saldarse inexorablemente.
 
Ya falta menos. Cuando llegue el momento no faltarán, de seguro, gentes sencillas, gentes todavía liberales, para implorar piedad para las mujeres. Ese día habrá que establecer la diferencia —rotunda, infranqueable— entre las mujeres y las hembras; entre las compañeras y madres de los hombres y las jaleadoras de los señoritos. Y para que nadie se llame a engaño, para que nadie pueda entonces hablar de crueldades inútiles, bueno será frente a esa lista de hembras de señoritos —las dignas hembras de los cazadores de obreros y campesinos—, estampar en letras imborrables el nombre de mártir de la esposa del doctor Ari[¿aga?] a quien los señoritos sevillanos fusilaron, con su hijito dentro de las entrañas, en pleno puente de los Remedios, por el hecho de ser la compañera de un comunista.
 
¿Venganza? ¿Represalias? No digas cosas absurdas, camarada [qué] todavía eres liberal A las alimañas se las aplasta por eso: porque son alimañas. Y a las fieras dañinas para el hombre, el hombre consciente debe suprimirlas para salvaguardia de la humanidad. Allí las tenéis, camaradas. Allí habréis de encontrarlas” (Claridad, 28-agosto-36, págs. 4 y 5).




LAS TEAS HUMANAS DE CATÓLICOS Y GENTES DE DERECHAS DEL PATIO DE LA CÁRCEL DE ALMENDRALEJO




LAS TEAS HUMANAS DE CATÓLICOS Y GENTES DE DERECHAS  DEL PATIO DE LA CÁRCEL DE ALMENDRALEJO
(BADAJOZ)

FUENTE:



¡MAS INFAMIA REPUBLICANA!
¡COMO NERON VAMOS!

Cuéntanse como principales dirigentes y au­tores de los repugnantes hechos: «el Botello», «el Conejo», «el Núo», «el Hermanito», Manuel Pérez «el Sombrerero», y las rameras conocidas por «la Ramona» y «la Sopa», encargadas de apalear a los detenidos; autores igualmente de los asesinatos cometidos con los detenidos en el convento de las monjas, y que fueron don José Jiménez Marcos, oficial del Ayuntamiento, y los obreros Guillermo Barroso Álvarez y Manuel González Dorado.




La horrible tragedia en el patio de la cárcel

El día 6 de agosto, y al tener conocimiento de que las fuerzas nacionales se encontraban en las proximidades de Los Santos de Maimona, a todos los detenidos de la cárcel los pasaron al patio de la misma, cerrando fuertemente la puerta que comunica al interior para que de ninguna manera pudieran refugiarse (esto fue en la noche), y a las tres próximamente de la madrugada del siguiente día echaron a vuelo las campanas, señal convenida seguramente para efectuar el reparto de armas que en la no­che anterior, y procedentes de Madrid, fueron traídas al Ayuntamiento.

A las doce de este día, y por haber observado que las tropas nacionales habían pasado del pueblo de Villafranca, dirigiéndose hacia éste, desde el exterior del patio de la cárcel, por es­caleras colocadas en una de sus tapias, en el corral colindante de un vecino, se asomaba una cabeza de rojo como en exploración, e inme­diatamente es arrojada a dicho patio la primera bomba de mano, que fue, sin duda, la que más daño causó en los indefensos por cogerles to­talmente desprevenidos; sucesivamente, y con el desenfreno del envenenamiento, siguieron arrojando bombas hasta el número de diez, mas como los autores asomáranse nuevamente y observaran que aún había señales de vida en algunos de los detenidos, valiéndose de un cubo, y a boleo, rociaron desde las mismas ta­pias gasolina a los presos y patios, y una vez hecha esta operación, cogían algodones impreg­nados y, encendidos, los arrojaban para que se produjera el incendio.

La imposible descripción del monstruoso es­pectáculo lo epiloga el que, para rematar (por si alguno quedaba todavía con vida), empezó un rápido tiroteo de fusil sobre el repetido pa­tio, habiendo resultado de los cuarenta deteni­dos que existían, 25 destrozados por las bom­bas y totalmente carbonizados.

Apiñados, casi sin poder moverse, los detenidos sufrieron insultos, humillaciones y malos tratos. En cierto momento. Algunos verdugos entraron en el patio y escogieron entre los detenidos a aquellos a quien, por su amor a la causa del orden y por su condición, querían distinguir especialmente. Entonces los arrimaron a la pared y los levantaron un poco, algunos pies, por encima de ellos. Los abrieron de brazos y piernas y los crucificaron. A uno o dos los pusieron cabeza abajo. Después mojaron a todos con gasolina. Y, para acabar, les dieron fuego. No escapó ni uno.

Verdaderamente novelesco parece el cómo pudieron salvarse de este infierno de metralla y balas el resto de los detenidos. Sin duda alguna ha sido la Divina Providencia, representada para unos, en una cocinilla con techumbre de cinc que existía en aquel lugar y que les sirvió de refugio, teniendo que utilizar, podríamos decir, como valla infranqueable del fuego y las balas, la que quedó hecha con los propios ca­dáveres de los mártires al caer en este estado amontonados unos sobre otros a la entrada de la mencionada cocinilla; para otros, el que las llamas del patio fue obstáculo para los propios que la produjeron (castigo del Supremo), pues llenas las paredes de gasolina, las llamas pro­ducidas al incendiarse se elevaban a gran altu­ra, impidiéndoles, por tanto, a los que dispara­ban, hacer con precisión la puntería.

Digno de reseñar es la serenidad con que procedió don Alfonso Iglesias; serenidad sin duda que le ha valido para poder comentar el caso, siendo su salvación un verdadero milagro; pues una de las víctimas, don Juan Alcántara, se encontraba refugiado con el cuerpo de dicho señor y en tal posición recibió el tiro de fusil en la garganta que le produjo la muerte instan­táneamente.

El señor Iglesias, también milagrosamente, fue salvado con anterioridad, y como digo sin duda alguna por la serenidad llevada a efecto, pues viendo que el fuego iba a alcanzarle y prender las ropas impregnadas de gasolina, desnudóse completamente, por cuyo motivo no sufrió más que algunas quemaduras en los pies y piernas y herida de metralla en la pierna iz­quierda.

También quiero hacer reflejar la iniciativa, que siendo magnífica en propósito, pudo haber sido trágica en consecuencias; fue tal la idea concebida por los detenidos Miguel Villena, obrero albañil, y Pedro López Cabeza:

Éstos intentaron desesperadamente coger la vigueta de hierro que sostenía la techumbre de la cocinilla para dar golpes sobre la puerta que comunicaba al interior de la cárcel, y, una vez destrozada, refugiarse en éste; pero al intentar efectuarlo recibieron la descarga que les produ­jo la muerte; de haber conseguido este propósi­to, como antes indico, tal vez hubiera sido más trágico el final del resto de los detenidos, ya que al quitar dicha vigueta hubiese caído el techo de la cocinilla, fomentándose el fuego en las mismas proporciones que el cinc antes impedía.

Los que perecieron en repetido edificio de la cárcel son: don Javier Merino Martínez y sus hijos don Antonio y don Saturnino; los tres her­manos don Pedro, don José y don Antonio Ló­pez Cabezas; don Manuel González y González, don José Terrón Vargas, abogado; don Ángel López Crespo, don Francisco Cabezas Gallardo, don Juan Alcántara y Alcántara, don Juan Pe­dro Arias Merchán, don José Cano Gómez, don Manuel González Ojeda, don Domingo García Vélez, don Manuel Nieto Marín, don Antonio Santos Alcañiz, don Máximo Álvarez García, don Miguel Villena Ballesteros, don Alberto Díaz de Toro, don Francisco García Barrientos, don Manuel Bordallo Víziazo, don Agustín Ló­pez Navarrete, don Manuel Guillén Ramos y don Juan Limón Borrero.

Por los efectos de la metralla han sufrido la pérdida de una pierna los detenidos en Las Monjas don Aquilino de la Hera Marcos y don Francisco Díaz de Toro.

A consecuencia del proceder de la plebe, ha sido completamente destruida la parroquia.


González Ortín, Rodrigo, Extremadura bajo la influencia soviética, Tip.Gráfica Corporativa, Badajoz, 1937, pp.175-185

sábado, 2 de febrero de 2019

OREJAS A LA BARBACOA DE TAPA CON VINO, PERO DE LAS "MONTORAS", TRES HERMANAS DE 64,66 Y 70 de Sorihuela del Guadalimar (Jaen) (MENU DE MILICIANOS ROJOS)



¿COMO SE PUDO LEVANTAR TANTO SILENCIO SOBRE ESTAS INFAMIAS Y VEJACIONES  DE LOS SOCIALISTAS

“Sorihuela del Guadalimar (Jaen): “Un verdadero horror””





17 comentarios sobre “Sorihuela del Guadalimar (Jaen): “Un verdadero horror””


Froilan Said: 



Únicamente voy a tratar de completar los referidos hechos mediante los testimonios recogidos en video de D. Francisco Gómez Álvarez, (sobrino del médico Don Luis Armenteros Díaz) y de D. Domingo Peña Labrador, este último hijo de D. Luis Peña Serrano, uno de los asesinados en la iglesia del pueblo y pariente de Aurelio Serrano Medina el abuelo de la mujer del magistrado “socialista” Baltasar Garzón.



Primero indicar que los médicos que no mataron los socialistas fue porque tenían que dejar vivos a algunos para atenderles a ellos.



Previamente a la matanza colectiva que tuvo lugar en la madrugada del 30 de julio de 1936 se solían propinar palizas a capricho a todos los detenidos en la escuela del pueblo.


Dicha orgia de sangre tuvo lugar con todo tipo de armas, las que menos de fuego: blancas como Almaraz, navajas, hachas, palos etc.



Las citadas palizas se realizaban procurando que los miembros de la misma familia viesen como se torturaba o apaleaba a los hijos delante del padre o viceversa. Así, a Mariano González le mataron junto a su hijo Blas. Y a los hermanos Segura Romero junto al padre. Cuando a Antonio Segura Romero le clavaron un puñal por la espalda, al observar que iban a matar al padre por detrás, se sacó el puñal y se abalanzó contra el agresor de su padre. No llegó a tiempo porque recibió un tiro a bocajarro en la cabeza. También fueron asesinados juntos los hermanos Luis y Roque Segura Sánchez.


A Pio Labrador Sánchez de 67 años le cortaron “sus partes”, la ataron con un alambre y se la colgaron atravesando la nariz. El hombre corrió desesperado de dolor hasta que cayó desangrado.



Al cura, después de hacerle vestirse para dar misa, en el momento que comenzó le dieron un fuerte estacazo desde atrás que le destrozó la cabeza, incluso desprendiéndole masa encefálica.


Al médico D. Juan Antonio Victoria Ruiz, que nunca cobraba a los pobres, que era un medico de caridad, le rompieron los brazos a estacazos intentando que les firmara el traspaso de sus bienes en un contrato de compraventa. Al comprobar la inutilidad de las manos para firmar le mataron junto a los demás. Como tenía un anillo con diamante le cortaron el dedo en vida para quedárselo.



Uno de los que mataron a D. Luis Peña Serrano era menor de edad, Fco Caballero Cubero, quedó en libertad varios años después de semejante masacre por esa misma circunstancia de ser menor.



Respecto al crimen de las hermanas Montoro- “las Montoras”-, de 64, 66 y 70 años, los que se las llevaron a matarlas eran jóvenes, incluso había un menor de edad que después quedaría libre. Les profirieron todo tipo de vejaciones e incluso las violaron a pesar de su edad. Les arrancaron las orejas y la cabellera y llegaron al pueblo en una gran algarabía gritando ¡como los buenos toreros, las dos orejas y el rabo!



Posteriormente, asaron las orejas en una barbacoa y en una taberna del pueblo se las comieron de tapa con vino.



Finalmente, al final de la guerra, el telegrafista D. Rafael Sánchez recibió una orden remitida de Jaén disponiendo matar a una serie de menores, “porque había que acabar también con la semilla”. Entre los menores se encontraban familia del propio telegrafista y los cuatro hermanos de Francisco Gómez Álvarez el autor del referido video. El telegrafista tembloroso se comió el telegrama. Poco después acabó loco.



Comment made on febrero 11th, 2010 at 6:41 PM


Historia del abuelo del juez Garzón. Cosas que pasaron en su pueblo...

(copio íntegro un documento):





Sorihuela del Guadalimar (Jaen): “Un verdadero horror”

por: Cancerbero 7 - febrero - 2010 


(Imprime este documento)

Esto fue lo que escribió en su informe el que era médico Sorihuela de Guadalimar durante el período rojo, Don Luis Armenteros Diaz el día 29 de julio de 1936 al realizar una inspección ocular de la fosa en al que se econtraban los 16 cadáveres dentro del Cementerio Municipal. Los milicianos que andaban por ahí impidieron cualquier intento de realizar una autopsia detallada a los cadáveres, pero lo que vio fue más que suficiente para estremecerse profundamente, “se apreciaban en sus cuerpos heridas por palos, por armas blancas y armas de fuego, siendo un verdadero horror el estado de todos los cadáveres”

† Angel Sánchez Manjón de 43 años de edad fue asesinado el día 30-07-1936

Detenido el día 23 de julio de 1936 en el cortijo “La Palma” de Sierra Morena, encerrado en las Escuelas públicas habilitada como cárcel siendo trasladado posteriormente a la Iglesia Parróquial de Santa Águeda en la noche del 29 al 30 de julio, lugar en el que fue asesinado. Su cuerpo presentaba heridas en la bóveda craneana con fractura de la misma producida por un palo y heridas por todo el cuerpo de haber sido terriblemente apaleado. Estaba casado.

† Antonio Segura Romero de 36 años de edad fue asesinado el día 30-07-1936

Detenido el día 20 de julio de 1936, encerrado en las Escuelas públicas habilitada como cárcel siendo trasladado posteriormente a la Iglesia Parróquial de Santa Águeda en la noche del 29 al 30 de julio, lugar en el que fue asesinado. Su cuerpo presentaba salvajes mutilaciones, varias heridas de arma blanca y de fuego. Estaba casado y dejó una hija de tres años.

† Aurelio Serrano Medina de 57 años de edad fue asesinado el día 30-07-1936

Detenido el día 22 de julio de 1936, encerrado en las Escuelas públicas habilitada como cárcel siendo trasladado posteriormente a la Iglesia Parróquial de Santa Águeda en la noche del 29 al 30 de julio, lugar en el que fue asesinado. Su cuerpo presentaba terribles mutilaciones. Casado y con tres hijos de 17, 15 y 8 años respectivamente.

† Blas Gonzalez Mendoza de 30 años de edad fue asesinado el día 30-07-1936

Detenido el día 21 de julio de 1936, encerrado en las Escuelas públicas habilitada como cárcel siendo trasladado posteriormente a la Iglesia Parróquial de Santa Águeda en la noche del 29 al 30 de julio, lugar en el que fue asesinado. Su cuerpo presentaba heridas de arma blanca y de fuego, además de horribles mutilaciones.

† Domingo Labrador Romero de 40 años de edad fue asesinado el día 30-07-1936

Detenido el día 25 de julio de 1936 en el Cortijo “Majada de las Cabras” de la Sierra Morena siendo trasladado a Sorihuela del Cuadalimar en coche, encerrado en las Escuelas públicas habilitada como cárcel siendo trasladado posteriormente a la Iglesia Parróquial de Santa Águeda en la noche del 29 al 30 de julio, lugar en el que fue asesinado. Su cuerpo presentaba una herida en la bóveda craneal con fractura debido a un fuerte golpe.

† Eustaquio RomeroLabrador de 67 años de edad fue asesinado el día 30-07-1936

Detenido el día 21 de julio de 1936, encerrado en las Escuelas públicas habilitada como cárcel siendo trasladado posteriormente a la Iglesia Parróquial de Santa Águeda en la noche del 29 al 30 de julio, lugar en el que fue asesinado. Su cuerpo presentaba dos heridas de arma blanca en el costado derecho y marcas de haber sido apaleado.

† Mariano Romero Labrador de 71 años de edad fue asesinado el día 30-07-1936

Detenido el día 21 de julio de 1936, encerrado en las Escuelas públicas habilitada como cárcel siendo trasladado posteriormente a la Iglesia Parróquial de Santa Águeda en la noche del 29 al 30 de julio, lugar en el que fue asesinado. Su cuerpo presentaba una herida de arma blanca en el costado izquierdo, una herida de arma de fuego con orificio de entrada por el occipital y salida por el frontal y marcas de haber sido apaleado.

† Fernando Marín Torres de 48 años de edad fue asesinado el día 30-07-1936

Presbitero. Detenido el día 20 de julio de 1936, encerrado en las Escuelas públicas habilitada como cárcel siendo trasladado posteriormente a la Iglesia Parróquial de Santa Águeda en la noche del 29 al 30 de julio, lugar en el que fue asesinado. Tras ser apaleado brutalmente en varias ocasiones, finalmente es asesinado en la Capilla de Nuestra Señora de los Dolores.

† Juan Antonio Victoria Ruiz de 39 años de edad fue asesinado el día 30-07-1936

Médico y juez municipal, es detenido el día 21 de julio de 1936, encerrado en las Escuelas públicas habilitada como cárcel, el 23 es trasladado de nuevo a su domicilio donde es testigo de un registro sele incautan algunos bienes y es trasladado a la Iglesia Parróquial de Santa Águeda donde es apaleado brutalmente llegándole a fracturar ambos brazos, en tal estado es trasladado al Ayuntamiento donde se le obliga a firmar un documento en el que cede todos sus bienes a la Casa del Pueblo, imposibilitado físicamente es trasladado de nuevo y arrastrado hasta la Iglesia donde es asesinado a tiros y puñaladas en la noche del 29 al 30 de julio. estaba casado y dejaba tres hijos de corta edad.

† Luis Segura Gómez de 57 años de edad fue asesinado el día 30-07-1936

Detenido el día 21 de julio de 1936, encerrado en las Escuelas públicas habilitada como cárcel siendo trasladado posteriormente a la Iglesia Parróquial de Santa Águeda en la noche del 29 al 30 de julio, lugar en el que fue asesinado. Su cuerpo presentaba heridas de arma blanca y heridas por arma de fuego. Estaba casado y dejó dos hijos.

† Luis Segura Sánchez de 26 años de edad fue asesinado el día 30-07-1936

Detenido el día 21 de julio de 1936, encerrado en las Escuelas públicas habilitada como cárcel siendo trasladado posteriormente a la Iglesia Parróquial de Santa Águeda en la noche del 29 al 30 de julio, fue asesinado a golpes.

† Luis Peña Serrano de 44 años de edad fue asesinado el día 30-07-1936

Detenido el día 21 de julio de 1936, encerrado en las Escuelas públicas habilitada como cárcel siendo trasladado posteriormente a la Iglesia Parróquial de Santa Águeda en la noche del 29 al 30 de julio, lugar en el que fue asesinado. Su cuerpo presentaba heridas por todo el cuerpo siendo terriblemente apaleado y heridas por arma de fuego en la bóveda craneana. Estaba casado.

† José Segura Romero de 32 años de edad fue asesinado el día 30-07-1936

Detenido el día 21 de julio de 1936, encerrado en las Escuelas públicas habilitada como cárcel siendo trasladado posteriormente a la Iglesia Parróquial de Santa Águeda en la noche del 29 al 30 de julio, lugar en el que fue asesinado. Su cuerpo presentaba heridas de arma blanca en ambos costados y herida por arma de fuego en bóveda craneal.

† Mariano González Labrador de 58 años de edad fue asesinado el día 30-07-1936

Detenido el día 21 de julio de 1936, encerrado en las Escuelas públicas habilitada como cárcel siendo trasladado posteriormente a la Iglesia Parróquial de Santa Águeda en la noche del 29 al 30 de julio, lugar en el que fue asesinado. Su cuerpo presentaba heridas de arma blanca y herida por arma de fuego. Estaba casado y con un hijo.

† Pio Labrador Sánchez de 66 años de edad fue asesinado el día 30-07-1936

Detenido el día 21 de julio de 1936, encerrado en las Escuelas públicas habilitada como cárcel siendo trasladado posteriormente a la Iglesia Parróquial de Santa Águeda en la noche del 29 al 30 de julio, lugar en el que fue asesinado. Su cuerpo presentaba múltiples heridas de arma blanca y terribles mutilaciones. Estaba casado y con una hija.

† Roque Segura Sánchez de 33 años de edad fue asesinado el día 30-07-1936

Detenido el día 21 de julio de 1936, encerrado en las Escuelas públicas habilitada como cárcel siendo trasladado posteriormente a la Iglesia Parróquial de Santa Águeda en la noche del 29 al 30 de julio, lugar en el que fue asesinado. Su cuerpo presentaba varias heridas por arma de fuego.


† Marta Montoro Romero de 66 años de edad fue asesinada el día 29-11-1936

Detenida el día 28 de noviembre de 1936, encerrada en las Escuelas públicas habilitada como cárcel municipal y trasladada al puente sobre el rio Guadalimar donde fue asesinada y arrojada al rió en compañía de sus dos hermanas.

† Natalia Montoro Romero de 69 años de edad fue asesinada el día 29-11-1936

Detenida el día 28 de noviembre de 1936, encerrada en las Escuelas públicas habilitada como cárcel municipal y trasladada al puente sobre el rió Guadalimar donde fue asesinada y arrojada al rió en compañía de sus dos hermanas.

† Petra Montoro Romero de 63 años de edad fue asesinada el día 29-11-1936

Detenida el día 28 de noviembre de 1936, encerrada en las Escuelas públicas habilitada como cárcel municipal y trasladada al puente sobre el río Guadalimar donde fue asesinada y arrojada al río en compañía de sus dos hermanas.













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